Conocer quién es realmente Macri es una tarea que no puede
hacerse fácilmente. Mucha gente escribió sobre aspectos de su vida y trató de
caracterizarlo pero hay toda una construcción de imagen oficial que se ha ido
haciendo desde que inició su actividad política a comienzos de siglo que trata
de vendernos un lado positivo. A ello se suma la natural autojustificación que
el personaje hace de sus actos y el ocultamiento de datos claves para conocer
su reales motivaciones y capacidades. En consecuencia, desde un punto de vista
alejado del personaje lo que queda es conjeturar tratando de armar una
descripción que tenga coherencia con los
hechos públicos.
Macri siempre trató de mostrar un lado llamemos patriótico
de su proceder, que podemos tomar como un aspecto a analizar. Ahora estamos en
plena campaña electoral para las posibles tres elecciones de fines de 2019 que
terminarían con la elección de un sucesor o del mismo MM para un nuevo período
presidencial. Macri aparece en estos días en un spot (video corto) por la TV
donde afirma que está ‘en esto de buscar la reelección’ porque quiere cambiar
la situación del país y que ya avanzó mucho en ello y quiere completar la tarea
en los 4 años que vienen. Muchas veces dijo Macri que está en esto porque la
gente lo eligió, como si fuese el resultado de un clamor popular y que él no tenía
demasiadas ganas de ser ni presidente ni Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires. Algo así como decir si no me quieren me vuelvo a mi casa y arréglense
como puedan. Total, hizo el estrago y si te he visto no me acuerdo!.
Algo que viene a chocar abruptamente contra esta imagen
angelical es lo que expresó Dick Morris en medio de una entrevista que dio al
diario La Nación y se publicó el 25 de julio pasado. Morris, que es un asesor
electoral norteamericano muy conocido y que por ejemplo contribuyese a que
Jimmy Carter ganase la presidencia de EEUU, dijo, entre otros temas:
“-Usted asesoraba a
Macri para las elecciones de 2003, en las que resultó derrotado. ¿Se sorprendió
cuando llegó a la Presidencia?
-No, creo que él es exitoso porque siempre hay un Kirchner
en algún lugar. Si no, nadie le brindaría su apoyo. Es incompetente, no puede
dirigir un submarino, no puede administrar el comercio, no puede hacer que el
sistema de pensiones sea solvente ni controlar la inflación, ni impulsar la
reforma tributaria que ha hecho la mayoría de los países. Es un niño rico que
nunca hace su tarea y nunca le presta atención a sus estudios. Nunca tuvo que
embarrarse y trabajar duro. Tiene terribles hábitos de estudio, de trabajo.
Siempre triunfó por su padre, por el dinero o por la reputación de los
Kirchner.”
Notemos bien:
“Es un niño rico que
nunca hace su tarea y nunca le presta atención a sus estudios”
Este testimonio es valiosísimo
porque viene de alguien que trabajó codo a codo con Macri en 2003 armando su
campaña. Obviamente quedó muy disconforme con la dedicación de Macri a la
tarea.
Veamos los antecedentes:
Macri estudió la escuela secundaria en el colegio Cardenal Newman,
un colegio para ricos, donde se concentran en las relaciones con sus pares, los
deportes y algo de inglés. Sabemos que los mayores fracasados en el ingreso a
ingeniería de la UBA (década 1960) eran salidos de este colegio, indicación de
una formación científica, cultural muy poco profunda. En medio de ese ambiente,
Macri formó un equipo de futbol (a contrario del rugby o golf que practicaban
otros). Macri era objeto de burlas de sus compañeros, por lo que su amigo
Nicolás Caputo debías protegerlo. Los comentaristas atribuyen esto al carácter de
‘nuevos ricos’ de los Macri, pero cabe sospechar que en ese medio poco exigente
académicamente incluso no llegaba a cumplir los requerimientos. Por algo dicen
que el viejo Franco Macri fue uno de los mayores aportantes de fondos para
obras del colegio: deducimos, el padre ‘ayudó’ a que el hijo (innumerables
veces calificado por su padre como ‘pelotudo’) se recibiese. Volvemos: ‘Niño
rico que no hace su tarea ni presta atención a sus estudios’
Macri pasó a estudiar ingeniería en la UCA, siguiendo el
mandato de su padre, que quiso ser ingeniero y no pudo. Dijo Mauricio: lo tomé
como un ejercicio de disciplina. Luego: la ingeniería, las ciencias exactas,
físicas, naturales, los materiales no le interesaban. A pesar de todo dicen los
registros que se recibió de ingeniero, el mismo comentó sus dificultades con la
materia ‘hormigón armado’. Nunca se habló de sus notas, pero el período
coincide con sus actividades empresarias en el grupo SOCMA y con su vida de ‘playboy’
de modo que no está muy claro que grado de compenetración con la técnica obtuvo
por entonces. Su padre, como acostumbraba, fue aportante a las finanzas de la
UCA.
El discurso político de Macri no es técnico, si lo
comparamos con María E Vidal (licenciada en política, no técnica), que cuando
reseña su actividad como gobernante cita números con profusión, Mauricio jamás
va a citar cifras en sus discursos, solo vagos conceptos de obras finalizadas,
en tiempo (es cierto), y, siempre, énfasis en ‘El estado que te cuida’. Esto puede
ser resultado de las tácticas de Peña que sí cita números, y del duranbarbismo.
Pero algo es claro, Macri no tiene una mente rigurosa, no se ocupa de memorizar
datos y más bien siempre delega en otros estos ‘trabajos’. El es el ‘dueño’ que
pone la plata y los demás trabajan. El es un presidente de ‘representación y
ceremonial’.
Inicialmente el gobierno deslizaba imágenes de rigurosas
reuniones de gabinete donde Macri exigía a los ministros el cumplimiento de
plazos y objetivos. Hoy esto está olvidado, parece más bien que estos
cronogramas y objetivos fueron heredados de lo que hace Rodríguez Larreta que
sí controla y está al tanto de lo que se hace. Macri es vaguedad del ser, el
zen, aire. Cuando le preguntaron cuanto ganaba un jubilado no supo decirlo, pero
su gobierno se la pasa tomando fortunas del ‘Fondo de Garantía’ de ANSES para
cerrar las cuentas del ajuste fiscal. Los viejos parecen un estorbo, para Macri
un recuerdo de su padre, fuente de dinero fácil para gastar en ser, no en
tener. A los jubilados los expropió
reduciendo las jubilaciones tanto como un 20% para darle dinero a los
gobernadores. Ahora hay provincias superavitarias gracias a Macri, los
gobernadores embolsaron pero siguen haciendo la suya y Macri tiene un papel
mojado
“Es un niño rico que
nunca hace su tarea y nunca le presta atención a sus estudios. Nunca tuvo que
embarrarse y trabajar duro. Tiene terribles hábitos de estudio, de trabajo.
Siempre triunfó por su padre, por el dinero o por la reputación de los
Kirchner.”
La estrategia miserable de Peña y su equipo, de levantar a
los K, a la psicópata Cristina para poder ganar elecciones ha llevado al país
al borde del abismo, amenaza con la vuelta del chavismo en alguna de sus
variantes, esta vez con el fabulista Alberto Fernández, que hace promesas
desmesuradas a jubilados, científicos y al que se ponga con un voto.
El amigote de Mauricio
Donde va Macri deja la huella algún amigote, visible o no.
Antes era el ‘amigo de la vida’ Nicolás Caputo y alguna vez vice del PRO, ahora
desplazado por discrepar con mucho de lo que la dupla Peña- Duran Barba hace.
Cuando Macri se hizo cargo de la presidencia demostró que
nunca se ocupó de formarse para la tarea . En vez de poner a cargo a Melconian
el único macroeconomista que tenía puso al buscador de notoriedad Sturzenegger
y al deficiente financista Prat Gay. Sturzenegger (hijo) fue el autor del
famoso memorando ‘don’t worry, be happy’ donde decía que la economía argentina
de 2015 era sana y sin problemas, que la llegada de Macri iba a cambiar todo
como por arte de magia, etc. Con esto, sin mirara para nada la realidad,
leyendo del diario el equipo de Boca antes que otra cosa (como declaró Mauricio
alguna vez) Macri ni se preparó para gobernar y tuvo que improvisar un gabinete
de ministros (también aumentó la burocracia).
Mostró cero interés por la salud al volver a poner a Lemus
de ministro, uno que no le interesaba más que su colección de cuadros. Con el
plan cuadrado del FMI (que repite igual en Grecia como en Serbia o Argentina, siempre
ajustando a los jubilados y empleados del estado en vez de reducir la burocracia)
recortó gastos de educación, salud, ciencia, de la mano del practicante
Dujovne. A pesar de la propaganda que hacía sobre el ‘sistema de salud de
calidad’ cuando estaba en la CABA, nunca le interesó otra cosa que los ‘emprendedores’
y el futbol.
Uno puede preguntarse de donde saca Macri sus personajes,
pues el caso de Arribas, el jefe de la AFI y ex gerenciador de contratos de
futbol muestra que la idoneidad para el cargo cuenta poco. Es el amigote de
turno. Hay solo dos ministros que pueden verse eficientes, son Dietrich en
transporte y Patricia Bullrich en seguridad. El resto son probables amigotes o
gente que le gustó como Etchevehere o compromisos con otros partidos como la
UCR. El ojo de Macri no siempre acierta, por ejemplo quería dejar al
delincuente de Etchegaray en la AFIP.
Medidas que uno no acierta a justificar, pura demagogia que
paga el contribuyente, se explican por la influencia de los ‘amigotes’. Ahora
vuelve a poner a Agricultura como ministerio, queriendo negar que ello conlleva
un aumento del gasto, lo cual es falso porque como ministerio tiene sectores
que una secretaría no tiene. Pués de donde salió esta idea de volver a hacerlo
ministerio: pues del lobby de un amigote, un tal Lacroze, un capo de la
Sociedad Rural que lo frecuenta en la quinta de ‘Los Abrojos’ y lo convenció.
Porque dicen que Dante Sica (ministro actual de Producción) no entiende el
campo. (Tampoco sabemos cómo fue que Sica llegó a ministro, nunca nos
explicaron.)
Otro caso, el jefe de ANSES, Emilio Basavilbaso ¿Cómo llegó?.
Pues era el yerno del ‘amigote’ David Lacroze. Ahora se explica todo!
Nivel cultural
Los intereses culturales de Mauricio se reducen al libro ‘El
Manantial’ una utopía escrita por Ayn Rand sobre un héroe individual que
triunfa, una historia fabulada sobre Mandela por Carlin, y las historias
mágicas de las series televisivas (sagas varias), series de detectives, nunca
muestra interés por las ciencias sociales, grandes autores, etc. Por lo demás
es un experto en futbol y en eso si que da cifras y nombres en profusión.
No tiene grandes principios, Bergoglio lo dictaminó con
razón. Jamás Macri intentó enfrentar los grupos de poder, solo aparenta, por
ejemplo se peleó con los Moyano, pero se junta con Barrionuevo, convive con Armando
Cavalieri, nunca enfrentó a Sergio Palazzo un kirchnerista declarado que
siempre manifestó en su contra, etc. Tampoco hizo nunca la batalla cultural, lo
primero que hace con un presidente extranjero es llevarlo al monumento de las víctimas
de la represión pero nunca hizo nada por las víctimas de la guerrilla, solo
ahora parece acordarse el secretario Avruj cuando llegan las elecciones.
Intentó captar el voto de los militontos K a los que dejó poblando la administración
pública, quiso conquistar el voto abortista ‘verde’ con un proyecto made in
Peña que era una vergüenza y fue rechazado en 2018, etc. En fin, todo por un
voto, nada por una convicción.
Macri vendió que tras su secuestro en 1991 decidió cambiar
de vida. La realidad es que siguió siendo autoridad, vicepresidente o similar
del grupo de empresas de su padre del cual vivió aún mientras estaba en Boca.
Dicen fuentes que siguió manejando empresas del grupo como IECSA muy
avanzado como Jefe de Gobierno de CABA (2009), etc. Hizo como su padre que trasfirió
sus empresas a sus hijos para no aparecer, hasta le donó una a Antonia (pero se
supone conserva el usufructo). Realidad: si el secuestro lo cambio no se nota.
Siempre vivió y armó sus campañas con el
dinero de su familia.
Conclusión: Macri no nos cuides tanto!