martes, 30 de agosto de 2011

Un singular y soberbio discurso de la Sra. Presidente Cristina Fernández (14a parte).Inflación e Índice de precios


Continuamos ahora con el análisis del extraordinario discurso de la presidente Cristina Fernández, pronunciado el 9 de febrero de 2011 en el Mercado concentrador de Buenos Aires.
En nuestra entrega anterior, del día 24 de agosto de 2011 analizamos lo que la Sra. Presidente piensa o dijo acerca del papel de los subsidios en el modelo de acumulación K.
A continuación veremos los conceptos que expresara en aquel memorable discurso sobre la inflación y los índices de precios.

O) La inflación y los índices de precios

…cuando veía algunas escenas ayer por televisión  que mostraban como un escándalo dos kilos de tomates a 6 pesos , del combate del tomate, porque fue un verdadero combate. Año 2009, 18 pesos el kilo de tomates , ¿se acuerdan? No, 2007, para las elecciones fue el combate del tomate, sí, ahí me acordé, una semana después bajó a 2 pesos . Pero yo decía: si era terrible 18 pesos, me acuerdo siempre las mediciones de estos lugares en el 2007, si además como dicen hubo una inflación del 30 ó 40 por ciento por año,…
…pese a que a algunos les moleste el término que utilizó nuestro ministro de Economía, hay dispersión, hay muchísima distorsión y muchísimo aprovechamiento también de estas situaciones.
Si queremos hablar de precios en serio en principio no hay que hablar de variaciones de precios en frutas y verduras,  que en realidad en términos de expectativas inflacionarias cualquier economista sabe que es absurdo,…
…de la inmensa dispersión y distorsión, inclusive dentro de las propias cadenas de una sola marca donde según el barrio en el que esté ubicado el supermercado las cosas tienen un precio y si está en zona norte, donde está la gente de mayor poder adquisitivo, la misma cadena le pone otro precio. Esto lo sabe todo el mundo.
Y otro tema que también el año pasado impactó mucho y debemos reconocerlo fue el precio de la carne, que impactó muy duro.
…pero bueno, el año pasado más de la mitad del impacto inflacionario fue el sector carne. 
¿Por qué? Porque el sector carne tiene en nuestra canasta familiar, y en los productos que medimos, un gran impacto, no se mide únicamente en el peceto o en el kilo de lomo o en el asado que comprás, se mide también en el rubro restaurante, esparcimiento.
Cuando uno analiza cada provincia que no depende del INDEC, porque cada provincia te manda lo que mide su instituto, uno puede ver claramente en el año pasado cómo impactó el tema de la carne en la formación de precios,…
…la economía no es una ciencia independiente de la política, ni la política mucho menos lo es de la economía, porque ambas son ciencias sociales, la política y la economía, íntima y directamente vinculadas…
1) En la entrega 3 ya hemos comentado este tipo de expresiones de la Sra Presidente tomando como referencia el precio del tomate para argumentar con que era inválido usar el precio de los productos que tienen estacionalidad para hablar de variaciones de precios. Esto no es correcto porque existen técnicas estadísticas para obtener índices de precios desestacionalizados.  Una canasta de consumos es una muestra que se ha estudiado de modo que la variación de su costo varíe paralelamente al costo de los consumos promedio de una familia tipo, representativa de un agregado social o grupo de personas determinado. Algunos componentes, como frutos de estación, pueden tener variaciones de precios a lo largo del año, pero a la vuelta de un año esas oscilaciones se compensan y el promedio, si la canasta fue adecuadamente seleccionada, es representativo. Valores aislados de 18 pesos el kg suelen ser anecdóticos y los valores erráticos pueden excluirse. Lo importante no son los valores puntuales sino los promedios y sobre todo su evolución en el tiempo.
A pesar de todo, es tan importante la tasa de inflación que los números que en febrero citaba la Presidenta ya están siendo sobrepasados. La oferta de 2 kg de tomate a 6 pesos (usada para justificar los índices calculados por el INDEC) ya no se encuentra. En el supermercado el tomate verde y chico de oferta está a 4 pesos el kg(cuando hay). Afuera, en algún negocio pequeño se puede encontrar tomate de calidad media a 5 o 6 pesos el kg. Todo esto, sin embargo,  es más bien anecdótico, pues depende del lugar y la época del año.
Hace más de 4 años que la Federación de Productores de Frutas de Rio Negro y Neuquén viene realizando tratativas a diversos niveles del gobierno nacional (incluso con la Presidenta) y los provinciales, de los cuales han resultados planes estratégicos (en 2008), observatorio de la actividad sectorial y toda clase de papelería burocrática. Actualmente el productor recibe un promedio de $0.70 por kg de fruta (manzanas y peras) en origen mientras que el kg en Buenos Aires se vende a 5 a 7 pesos por kg, según las variedades. El Mercado Concentrador es un eslabón más de la cadena pero, evidentemente, no ha solucionado ningún problema de los productores, si es que ha hecho algo por los consumidores. ¿Dónde está entonces el discurso oficial, la efectividad de la Secretaría de Comercio Interior, el recio G. Moreno y sus métodos?. Mientras tanto, los productores salen a las rutas del país a protestar porque lo que si reciben son citaciones de la autoridad fiscal (AFIP) reclamando por las deudas atrasadas.
Qué valor tiene, ante este panorama que se repite en toda clase de frutos donde el costo en origen es solo una mínima fracción del precio de venta al consumidor, que la Presidenta nos hable largo y tendido del precio del tomate, si es o no de temporada. Es una mera distracción para ocultar graves problemas de distribución no resueltos y otros mecanismos inflacionarios de mayor importancia.
Lo que si tiene razón la Presidenta es en su queja contra el uso de precios estacionales para ejemplificar la inflación. No suelen ser representativos y se deben considerar con los recaudos correspondientes.
2) Desde que Nestor Kirchner en 2007 instrumentara la intervención al INDEC con el objetivo de controlar la inflación (o, al menos, si manifestación en los índices de precios), la palabra ‘Inflación’ ha sido desterrada del lenguaje oficial del Poder Ejecutivo en Argentina.
De este modo, oímos al ministro de Economía Amado Boudou afirmar que ‘hablar de inflación es una burrada’ y que lo que hay es ‘dispersión de precios’. Es un hecho que con una inflación alta se generan condiciones para un incremento de la dispersión de precios, aunque más no sea porque la constante variación de estos en el tiempo no permite un buen cotejo de precios tanto de la competencia como de otros proveedores. En el caso extremo de una hiperinflación deja de justificarse hasta esta comparación pues en el lapso en que se va a cotejar un precio con otro en otro sitio el original ya cambió y se pierde más en la búsqueda que arriesgando a comprar al primer oferente. Por lo dicho, la existencia de mayor dispersión no contradice la de inflación, sino que es hasta una consecuencia de la misma.
Es cierto que las cadenas de mercados ponen precios diferentes según los barrios en que están ubicadas las bocas de expendio y no uno mismo y único, aún dentro de una ciudad determinada. Aparte de la incidencia que puedan tener los costos de los inmuebles y los impuestos o tasas que pueden ser mayores en los  barrios más caros, la política suele ser cobrar al nivel de precios que la demanda tolere, para maximizar la ganancia. Sin embargo, toda esta cháchara sobre la dispersión de los precios no tiene aquí otro objetivo que confundir a la audiencia pretendiendo ocultar la inflación. Algo que obviamente solo logra cuando la audiencia está predispuesta, por otras razones, a dejarse convencer por estos sofismas.
3) Un clásico durante los procesos inflacionarios es echarle la culpa a la carne por la suba del costo de la canasta alimentaria. En primer lugar, la suba desorbitada del precio de la carne para el consumo se debió a la desastrosa política seguida por el secretario de comercio Guillermo Moreno que forzó en 2009 y 2010 a la liquidación de vientres lo cual trajo un descenso de 10 millones de cabezas en el stock bovino (supuestamente para evitar la suba de la carne en aquel momento). Quejarse ahora del precio de la carne y su gran incidencia en la inflación es mera declamación, sobre todo, cuando el causante del desastre sigue firme en su puesto, en funciones más dignas de un puntero político que de guía para las políticas comerciales.
La reflexión sobre que el costo de la carne explica casi el 50% del aumento del índice es totalmente capciosa. Si no hubiese sido por la carne hubiese sido por otra cosa. Con la inflación, todos los precios suben. Lo que hoy se retrasa mañana se adelanta al resto y lo que importa es el movimiento del promedio. Sacar un producto de la canasta no tiene ninguna validez, pues  está allí no por si mismo sino representando un grupo de productos similares. Hoy sube la carne, mañana el pollo y otra vez será el pescado. Lo que importa es el movimiento del grupo, no lo individual.
Las lamentaciones por la suba del precio de la carne han sido un clásico de los ministros de economía. La baja de los stocks ganaderos han traído como consecuencia las restricciones (vedas) al consumo de carne, tanto durante gobiernos democráticos como en dictaduras (por ejemplo, la de marzo de 1971, siendo ministro Aldo Ferrer, aunque por problemas heredados). Intentos para disimular la inflación creando índices ‘a medida’ que no incluían la carne (llamados también ‘descarnados’) han habido varios. Así, por ejemplo, en la segunda mitad de 1979, el Indec del ministro Martínez de Hoz publicó un índice de precios al consumidor ‘descarnado’ que duró poco tiempo, tanto como tardó el índice ‘descarnado’ en ponerse a la par del IPC común. Argucias de las autoridades cuando no pueden justificar y quieren disimular la inflación. Donde supuestos ‘progresistas’ se igualan a supuestos (mal llamados) ‘liberales’.
4) El párrafo referente a los IPC provinciales es antológico. Se le ‘escapó’ a la Sra Presidente la referencia al efecto de la suba de la carne en los índices provinciales. Parece que en la Casa Rosada le dan crédito a los IPC que elaboran provincias como Santa Fe que desmienten totalmente los datos ‘fabricados’ en el INDEK. No es solamente allí, el Ministerio de Trabajo también los aplica, o los avala. Se ve que G Moreno no convence a nadie, por eso es que acude a métodos dignos de la década de 1930 o antes aún, cuando los ciudadanos eran ‘convencidos’ mostrándoles algún objeto contundente acerca de cómo debían votar.
Resumiendo: sofismas, excusas, argumentos y conceptos equivocados, este es el arsenal con que la Presidenta pretende convencernos que no hay inflación. Sólo convence a su clientela. Cualquiera que va a hacer las compras diarias sabe la verdad.
Este es el oráculo, dechado de sabiduría, que nos muestran los cortesanos K como ejemplo de estadista. Por lo menos es una exageración, si no otra cosa menos agradable.
Por eso, seguramente CFK ha descubierto la rueda: que la economía y la política están interrelacionadas. No en vano la expresión “Economía política” se refiere a estudios multidisciplinarios para entender como instituciones y entornos políticos influyen sobre los mercados (cf. Wikipedia). En tiempos pasados se usó para referirse a la Economía (o la microeconomía) a secas. Es una expresión que ya tiene casi 400 años de existencia. Aunque Ud no lo crea!

PAUSA
Continuaremos con el análisis detallado de este discurso extraordinario para entender los recovecos del gobierno de la familia Kirchner, sus dichos y sus consecuencias.
Hasta otro día.

@Copyright 2011. Se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente en forma completa.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Un singular y soberbio discurso de la Sra. Presidente Cristina Fernández (13a parte).Subsidios a la demanda y a la oferta


Continuamos ahora con el análisis del extraordinario discurso de la presidente Cristina Fernández, pronunciado el 9 de febrero de 2011 en el Mercado concentrador de Buenos Aires.
En nuestra entrega anterior, del día 16 de agosto de 2011 analizamos lo que la Sra. Presidente piensa o dijo acerca de la formación de precios, verdades y mitos que se propagan al respecto y los salarios y la puja distributiva..
A continuación veremos los conceptos que expresara en aquel memorable discurso sobre el papel de los subsidios en el modelo llamado ‘de acumulación de matriz productiva diversificada e inclusión social’, o sea el ‘modelo K’.

N) Papel de los subsidios en el modelo K

Creo que vamos muy bien, creo que estamos trabajando y ayer no más veíamos las cifras, aquí en este mismo lugar estábamos dando subsidios no reintegrables a 13 parques industriales de la República Argentina; en el año 2003 había 80 parques industriales, hoy hay 280 parques industriales.
Estamos solventando, subsidiando y apoyando todas las políticas que signifiquen agregar valor para que precisamente aumente la oferta, mejore la oferta y poder mantener y ampliar un mercado que cada vez tiene, afortunadamente, más consumidores.
Creo que esta es una discusión muy linda que tiene que dar la Argentina, porque les hemos mantenido merced a subsidios... , está criticado también, cómo han criticado los subsidios, pero los subsidios mantienen el tema en materia tarifaria, con las tarifas más bajas de toda América latina,…
...esta política de subsidios que permite que los trabajadores sean transportados a sus sectores de trabajo a muy bajo costo, porque imagínense lo que sería la demanda salarial si por ejemplo los transportes tuvieran valores, no digo internacionales, más altos que los que tienen, esto se trasladaría inmediatamente a demanda salarial.
1) El gobierno de la familia Kirchner ha ampliado enormemente el espectro de los subsidios otorgados por el Estado, que ya eran muchos anteriormente pero subieron fuera de control durante esta administración. El monto de los subsidios al consumo ha alcanzado niveles que son insostenibles a largo plazo y se espera que sean limitados por cualquier gobierno que surja de las próximas elecciones. Según un informe reciente en el sitio iECO “Entre enero y junio de este año, las “transferencias al sector privado” crecieron un 41 por ciento: sumaron casi 46.000 millones de pesos, más otros 1.100 millones de pesos por el déficit operativo de las empresas públicas”. Esto significa más de 11000 millones de dólares en subsidios por semestre.
De acuerdo con lo reiteradamente expresado, los Kirchner tienen por objetivo impulsar la industria manufacturera privada especialmente y la industria en general también. El fomento a los parques industriales es parte de esta política. Este es un hecho positivo. Sin embargo, como nadie puede verificar los números declarados, estos se vuelven dudosos. Hay muchos parques creados por gobiernos provinciales y por municipios. Con el antecedente de las declaradas 800 mil nuevas viviendas que luego resultaron ser menos de 300 mil en 8 años, los registros estadísticos del gobierno K merecen la misma desconfianza que los que produce el instituto nacional de estadísticas INDEC.
2) Explícitamente la Sra Presidente afirmó que subsidian TODAS las políticas que agreguen valor para aumentar la oferta. Hemos visto anteriormente que es una constante en el gobierno K subsidiar la demanda. Sin embargo, ante el auge inflacionario y la puja distributiva ahora también intensifican los subsidios a la oferta, es decir, subsidian a los empresarios por ambos lados del mercado. En realidad, desde la crisis de 2008, esta clase de subsidios se han hecho frecuentes y explícitos, como el ya famoso préstamo a la G Motors Argentina. Para ello el gobierno ha apelado a préstamos a tasa preferencial financiados por bancos oficiales, o con fondos de los jubilados (ANSES) o con emisión lisa y llana.
En ocasión de la apropiación (por ley votada con el consentimiento de partidos supuestamente progresistas) de los fondos de las AFJP, los grupos empresarios se congregaron para aplaudir la medida efusivamente. Esperaban que la ANSES fuera a actuar como un proxy de un banco de fomento industrial e iba a dar copiosos fondos baratos. Estos fondos no podían existir mientras las administradoras privadas cuidaban los intereses de los futuros jubilados y buscaban hacer rendir los fondos depositados a tasas competitivas.  Sin embargo, ante urgencias de caja de la administración pública, los fondos de la ANSES se desviaron principalmente a auxiliar al poder Ejecutivo y para los empresarios quedaron líneas de mucha menor magnitud. Así fue como grupos corporativos y políticos miopes se hicieron cómplices del despojo de los jubilados para servir al barril sin fondo del gobierno K. Mientras tanto, el autor intelectual de la medida, salido de la UCEDE, una ex usina de trepadores, fue premiado con un ministerio y ahora con una candidatura a la vicepresidencia del país.
3) La Sra Presidente pide una discusión porque ha mantenido a base de subsidios… Y no dice que es lo que ha mantenido merced a subsidios. Pareciera que son estas políticas para sostener la demanda, en beneficio de los empresarios, dice, y de los trabajadores y de todos. Hay que sacarse la careta. Todas estas políticas benefician primero que nada a los empresarios, y dentro de estos, a la industria manufacturera y a la construcción que emplean mayor proporción de mano de obra que el resto. Subsidiando la demanda se baja el costo del trabajo lo que permite que los industriales socios del modelo puedan ser mas competitivos y aumenten sus ganancias. Esto último ha sido lo más frecuente en la experiencia argentina, con algunas excepciones. Esta lógica no es ningún secreto y la Presidenta lo expresa en un párrafo a continuación refiriéndose al transporte. Lo mismo podría decir respecto a los consumos energéticos y otros subsidiados, pero el transporte es un costo típico de la mano de obra proletaria.
4) Se ufana la Presidenta de tener las tarifas más bajas de América Latina en base a subsidios. También debería decir que esto ha consumido el capital invertido y las reservas desarrolladas durante los años previos al gobierno Kirchner. No sólo se apropian de los flujos, también depletan las reservas de capital (stock) como una verdadero frente para la rapiña.
El nivel de tarifas en países normales contempla la reposición y renovación del capital. Esto no puede hacerse con las tarifas impuestas y congeladas  por el gobierno. La situación perjudica a sectores estratégicos, salvo para los empresarios amigos del modelo, que siempre reciben compensaciones disfrazadas de diversos modos. Nuestro modelo se asemeja al ‘bolivariano’ de Venezuela, pero, de ser cierta la afirmación de CFK, lo estaríamos superando en insensatez.
Tenemos entonces que dentro del modelo económico K, no solo el gobierno subsidia a ciertos sectores empresarios asociados, sino que hay subsidios entre sectores de industrias castigadas a industrias premiadas, y también, del sector agropecuario a todo el resto.
Una maraña explosiva que no podrá sostenerse por mucho tiempo. No más allá de 2013 probablemente.

PAUSA
Continuaremos con el análisis detallado de este discurso extraordinario para entender los recovecos del gobierno de la familia Kirchner, sus dichos y sus consecuencias.
Hasta otro día.

@Copyright 2011. Se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente en forma completa.

martes, 16 de agosto de 2011

Un singular y soberbio discurso de la Sra. Presidente Cristina Fernández (12a parte).Formacion de precios, puja distributiva.


Continuamos ahora con el análisis del extraordinario discurso de la presidente Cristina Fernández, pronunciado el 9 de febrero de 2011 en el Mercado concentrador de Buenos Aires.
En nuestra entrega anterior, del día  10 de agosto  de 2011 analizamos lo que la Sra. Presidente piensa o dijo acerca de la oferta y la demanda, especialmente de bienes de consumo y también sus teorías sobre la formación y fomento de la inversión.
A continuación veremos los conceptos que expresara en aquel memorable discurso sobre la formación de precios, verdades y mitos que se propagan al respecto y los salarios y la puja distributiva.

M) Formación de precios y mitos propagados. Salarios y puja distributiva

Oigamos primero lo que expresara la Presidenta en aquel discurso:
…los que más agitan expectativas inflacionarias son los formadores de precios en la República Argentina,…
…debería terminar con la costumbre yo digo consuetudinaria de algunos sectores de querer mantener o apropiarse de rentabilidad vía precios…
Pero hay esa cosa de que algunos sectores tienen esa lógica de apropiación en la puja distributiva, de rentabilidad vía precios…
Responsabilidad por parte de quienes son formadores de precios, y no tenemos un solo formador de precios, hoy son formadores de precios no solamente aquellos que producen el producto -valga la redundancia- terminado, sino también los que compran grandes cantidades y hacen una segunda formación de precios en góndolas, en supermercados, en distribuciones, en bolsero…
…pero luego vino la etapa de la consolidación del crecimiento y es donde vienen a acentuarse las pujas distributivas…
Y yo creo que estamos en este punto central de cómo resolvemos la puja distributiva en la República Argentina, si la resolvemos como lo hicieron históricamente, pensando que no había proyecto o no había proceso que durara más de uno o dos años…
Ahora viene la época del seismesino, como les gusta decir a otros, o la época de la puja distributiva…
Todo este esfuerzo que hace el Estado de sostener demanda agregada, de sostener que los bienes inelásticos se mantengan a precio fijo…
Y también charlar con los compañeros trabajadores en cuanto a lo que es la puja distributiva, porque cuando ésta se desmadra tenemos la historia clarita, los que tienen más siempre siguen teniendo más y los que pagan las consecuencias son los trabajadores…
…no se puede seguir con la ridiculez de leer el diario y ver a los comerciantes y empresarios quejarse porque aumentan los precios y echarle la culpa al gobierno, yo no vendo nada, no produzco tomates, no vendo autos…
…si la demanda salarial es una cuestión de carácter inflacionario, como pretenden algunos, vayamos a ver cómo está el tema de la rentabilidad de las ganancias, arreglamos por ese lado y no afectamos el tema de demanda salarial.
… también vamos a empezar a pedir explicaciones a las grandes comercializadoras. Porque tenemos dos formadoras de precios, tres casi les diría, los insumos difundidos, el que termina el producto y que requiere del aluminio o del acero para terminar una línea de blanco o de autos…
…después tengo  los que comercializan esos productos, que en el caso de alimentos por ejemplo compran producciones enteras y por lo tanto vuelven a formar precios…
Yo digo, si todos esos que están ahí, está bien, son mayoristas, pero están todos inscriptos, porque después dicen: "se vende más barato porque no pagan impuestos, porque no están inscriptos”… todos pagan impuestos y además, quedate tranquilo, ninguno te regala nada,..
…¿cuánto ganan las grandes cadenas cuando compran producciones enteras, y tienen esos mismos precios tres, cuatro, cinco o seis veces?
Entonces argentinos, defendámonos nosotros mismos  de todos aquellos que quieren distorsionar, aprovechar…

1) Hemos tratado de extraer un esquema conceptual de una serie de párrafos pronunciados en aquella ocasión por la Sra Presidente. Para ello nos guiamos también por el discurso oficial o paraoficial expresado en otros medios por allegados al pensamiento canónico del gobierno. Por ejemplo, el economista Aldo Ferrer ha sostenido en varios artículos publicados en el diario BAE que estuvo bajo su dirección la opinión que el principal empuje inflacionario del momento actual está provisto por las ‘expectativas inflacionarias’.
Dijo entonces la Presidenta que los principales ‘agitadores’ de las expectativas inflacionarias son los formadores de precios. Siguió luego hablando de los esfuerzos que hace el Estado para fortalecer la demanda agregada (mencionados en otro post) y luego hizo alusión a quienes se ‘apropian’ de rentabilidad aumentando los precios. Sugerido indirectamente es que hay una relación entre ‘agitar’ las expectativas inflacionarias con el objetivo de subir los precios para ganar más.  Para que esto pueda ocurrir debería existir una situación de oligopolio de la oferta, lo que muestra claramente que la Secretaría de Comercio ha fracasado en sus objetivos.
2) Abunda a continuación la Sra Presidente sobre los formadores de precios y aclara que no solo se refiere a los productores, sino también a quienes comercializan y se ‘apropian’ de rentabilidad vía ‘formación de precios’. Aquí los culpables de la inflación son señalados como los grandes empresarios que se aprovechan del aumento de la demanda agregada impulsada por el Estado. Por supuesto, esto no es más que desviar la atención de las responsabilidades del gobierno en cuanto generador de inflación, inexistente para todo el espectro de funcionarios económicos.
Más adelante vuelve sobre el tema, en otros términos, hablando del esfuerzo que hace el gobierno para fijar los precios de los que llama ‘bienes inelásticos’ (inadecuadamente) y otras facilidades competitivas que le facilita a los empresarios el que sería frustrado por los especuladores que suben los precios. En otros términos, se vuelve a la explicación basada en el agio de los años 50 del viejo peronismo.
3) Más adelante en su discurso vuelve la Presidenta a denostar a los comerciantes y empresarios que aparecen en los diarios acusando al gobierno de generar inflación. Allí dice una gran verdad, que ‘ella’ (es decir se apropia de todo el poder Ejecutivo) no fabrica nada ni vende nada. Esto, que es una verdad relativa porque el Estado vende servicios, tiene un fondo de realidad. En efecto, el gobierno argentino hace muy poco por lo que cobra en impuestos, y esto aumenta el costo argentino pues lo que gasta el gobierno sin contrapartida de alguna prestación competitiva debe cobrarse a través del producto que hacen los privados. Todo el tiempo que la Presidenta emplea en hacer discursos, la cadena de radiodifusión, los viajes para todos lados a inaugurar cosas nimias y hacer propaganda por su obra, todo esto lo paga el resto del país vía aumento de los precios. Aunque ella no lo perciba.
4) Siguió el discurso presidencial derivando la responsabilidad más sobre la etapa de comercialización. En un momento pareció agregar una clase adicional de formadores de precios (proveedores de insumos para la producción) pero luego abandonó esta línea de pensamiento. Vuelve luego sobre las comercializadoras que compran ‘producciones’ enteras, en verdad lotes o cosechas enteros y cuando venden al por menor cobran precios que hasta sextuplican los del Mercado concentrador.
Acá hay un tema que escapa a nuestro conocimiento y, por lo tanto, nos abstendremos de opinar sobre las estructuras de costos. Simplemente expondremos algunas ideas. Parece muy exagerado decir que las cadenas (que serían los supermercados) tienen precios 6 veces mayores que los del mercado concentrador. Por las referencias que hemos visto como ofertas ‘para todos’ los precios en el super a lo sumo duplican los de las ofertas. Normalmente, cuando se habla del supermercadismo, se mencionan márgenes brutos del orden del 20 o 30%. Mucho menos que lo que dice la Presidenta. Lo que crea ganancias para las cadenas es vender en grandes cantidades con rotaciones de mercaderías. Además, obtienen precios de compra bonificados forzando al proveedor en base a su poder cuasi-oligopólico. Pero no se puede desdeñar la competencia existente entre las cadenas, que en los grandes centros urbanos son varias. Así mismo, tampoco pueden vender mucho más caro que los pequeños comerciantes de los alrededores. Por otro lado las cadenas tiene que cumplir estrictamente con todas las regulaciones fiscales, los convenios sindicales, las normas municipales, provinciales, etc, cosa que los mayoristas del mercado pueden orillar parcialmente sea por beneficios promocionales, diferencia de relaciones con el personal, facilidades en la situación impositiva (aunque estén inscriptos), etc.
Por otro lado, en el costo para el consumidor final que vaya al Mercado Concentrador se debe incluir el tiempo y el costo del desplazamiento entre su vivienda y el mercado, más la espera para ser atendido. Esto limita mucho la posibilidad de acceso aunque el mercado tenga precios más acomodados. En resumen: la gente no es tonta, si no va más al mercado concentrador será porque no puede, o porque las mercaderías no le satisfacen o porque las ventajas no compensan la molestia de ir.
5) La Presidenta insiste en que los comerciantes que operan en el Mercado Concentrador, si bien son mayoristas están inscriptos en el organismo impositivo por lo cual pagarían impuestos en forma similar a las cadenas de supermercados.
Esto es otra variante de los argumentos expuestos en el punto (4). Como en aquel caso desconocemos detalles sobre que gravámenes alcanzan a cada categoría de comercios, pues existen distintos regímenes para los comerciantes inscriptos. En algunos tipos de comercios no se exige emitir factura (esto es común en el minorista de carnes y verduras) y se paga en base a una venta anual presunta. El supermercado debe facturar hasta el último diente de ajo que vende. Evidentemente, sin ir a fondo con el tema, ya se encuentran diferentes fuentes de costos que de ningún modo podrían generalizarse en gran escala.
6) Refiriéndose a la puja distributiva, la Sra Presidente dijo que se acentúa a partir de la consolidación del crecimiento. Esto ocurre en la época que llaman del seismesino. Esta palabra no existe en el diccionario de la Real Academia, pero se usa para llamar al niño nacido al 6to mes de gestación. Que otro sentido pudiera tener es algo coloquial del grupo que la Presidenta frecuenta y no tiene demasiada importancia.
Evidentemente, como es usual, la Sra Presidente omite considerar a la inflación como uno de las fuentes de la puja distributiva.
Agrega la Presidenta que algunos, pensando que este proceso, como ha pasado anteriormente, no tiene un proyecto para más de dos años tienen la respuesta de subir los precios en forma desmedida para ‘resolver’ la puja distributiva. Así ganan mucho una temporada pero terminan, según la Presidenta, destruyendo el negocio. Entonces exhorta a los empresarios a ser racionales y, aprovechando las ventajas competitivas que les provee el gobierno, encarar la mejora de la oferta de sus empresas (en varios sentidos).
Todo esto sería muy razonable si no fuera porque el principal causante de la puja es el propio gobierno por quedarse con una parte creciente del producto nacional, sea vía impuestos o inflacionaria (según un estudio reciente del IERAL el gobierno paso de absorber recursos tributarios por 21.7% en 2002 a 34.7% del PBI en 2010). El Estado es un partícipe principal de la puja y el resto de los particulares actúa tratando de no perder posiciones en el reparto de la riqueza generada mediante la suba de precios o de salarios.
Todos estos mecanismos inflacionarios estaban presentes aunque en menor escala antes de 2006, pero la puja era menor. Como consecuencia de la gran devaluación de 2002 y de la suba de los commodities el campo no resistía el avance del gobierno sobre el margen del negocio, el industrial aceptaba los aumentos de sueldos porque estos estaban muy atrasados respecto del nivel de los 90 y el aumento de actividad le generaba nueva rentabilidad con básicamente el mismo equipamiento, el trabajador incrementaba su ingreso si  ya estaba empleado, otro recuperaba el empleo y las exigencias eran menores por el alto nivel de desocupación. Había crecimiento pero no el nivel de puja actual. Esto no lo puede explicar la teoría que sostiene el Consenso del Calafate.
7) La Sra Presidente se dirigió a los trabajadores en general y les pidió moderación en la puja distributiva, porque dijo que si esta se desmadra los que pierden son siempre los asalariados, como muestra la historia. Sabias palabras, pero cuando hay una inflación desmadrada como la actual, y que crece día a día, los trabajadores no pueden dejar de pedir. De todos modos, es sensato que pidan aumentos ‘racionales’, como la Señora gusta decir. Si no, aparecen los que están ‘atentos y vigilantes’ para aprovecharse y sacarla del gobierno. Esto ya se mencionó en el post nº 10.
Dijimos antes que la Sra habla como si el gobierno no fuese parte del problema al fogonear la demanda e incrementar el gasto por encima del aumento de los recursos.
Pero esto es tema tabú. Para el Consenso del Calafate el gobierno no tiene nada que ver con la puja distributiva.
8) Metida en el discurso está una amenaza velada a los empresarios contenida en el párrafo que dice que si hablan de que los aumentos de salarios son inflacionarios, entonces van a revisar las ganancias empresarias. Este tema se refiere a una ley propuesta por un diputado y abogado de la CGT que propugna la participación de los trabajadores en la ganancia de las empresas y en la conducción de las mismas.
La participación es un mecanismo que existe en muchos países y también en varias empresas argentinas. Pero aquí, debido a que la AFIP no permite la actualización de activos por inflación, ni actualiza las escalas de imposición, las ganancias tienen mucho de ficticio. Decretar un mecanismo general sin un sinceramiento previo de las variables contables puede conducir a la descapitalización de empresas por el reparto de ganancias ficticias, así como a la acentuación del consumismo en detrimento de la inversión que, por otra parte, hasta el gobierno acepta que es insuficiente.
Menear la posibilidad de participar en ganancias en estas circunstancias más parece una amenaza para acallar protestas, al estilo de las visitas que hace la AFIP a los periodistas o empresarios que se arriesgan a criticar al gobierno. Otro rasgo del autoritarismo kirchnerista que se disfraza detrás de objetivos loables para generar más y más caja y controles de la opinión pública.

PAUSA
Continuaremos con el análisis detallado de este discurso extraordinario para entender los recovecos del gobierno de la familia Kirchner, sus dichos y sus consecuencias.
Hasta otro día.

@Copyright 2011. Se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente en forma completa.