martes, 27 de septiembre de 2011

El índice ‘destomatado’ de Guillermo Moreno


El 22 de septiembre de 2011 la dirección del Mercado Central de Buenos Aires informó que se suspendía la venta de tomates en sus instalaciones debido a la suba registrada en el precio que fue atribuida a la rotación de las zonas de cultivo.
El diario La Nación en la edición de ese día explicaba que el tomate había llegado a venderse a 18 pesos el kg en forma similar a lo ocurrido en temporadas anteriores debido a que escaseaba el tomate proveniente del Norte y todavía no entraba el de la Provincia de Buenos Aires. El diario recogía la opinión de un experto que indicaba que el Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, que ejerce control sobre la jefatura del Mercado, quería lograr un acuerdo para bajar el precio de este fruto.
Entre gente del sector se comentaba que la suspensión no afectaba al resto de los mercados donde el tomate se seguía vendiendo al precio anterior. Lo que lograba la Secretaría con la suspensión era, o bien que el precio en el Mercado bajase mediante un acuerdo con los proveedores (como ocurrió al día siguiente), o bien que no hubiese tomate en el momento en que la gente del INDEC muestrea precios para la elaboración del IPC. En ambos casos el Índice de Precios al Consumidor resultante no reflejaría los picos en el precio del tomate.
El diario comentaba que este tipo de suspensiones se habían producido ya repetidamente para otras verduras.
Hemos hablado en entradas anteriores sobre el repetido interés que la Sra Presidente mostró por el precio del tomate en un discurso pronunciado precisamente en este Mercado Concentrador (ver entradas de los días 8/6/2011, 11/08/2011 y 30/08/2011). Explicamos entonces que a los efectos de calcular el IPC del mes correspondiente no se debía excluir al precio de este fruto, en caso de que estuviese incluido dentro de la canasta correspondiente, y que la estacionalidad se podía compensar al elaborar el índice desestacionalizado.
Tomar atajos para hacer bajar el precio de uno o más componentes de la canasta familiar para lograr reducir el incremento del índice de precios al consumidor es un hecho de mala fe, casi un delito de falsificación de instrumento público, que por eso ha sido criticado por varias instituciones, entre otras, por el FMI.
Estas maniobras se parecen y hasta superan en malicia a la confección de índices de precios ‘descarnados’, es decir que excluían la carne, en la época del ex ministro José Martínez de Hoz.
La evolución de precios del tomate, a modo ilustrativo, en pequeñas tiendas (verdulerías) de la ciudad de Buenos Aires había partido de niveles de unos 6 pesos por kilogramo en agosto y llegando, en pocas semanas a 15 pesos para tomates de buena calidad o 12 pesos para los de calidad inferior. En el supermercado la evolución pudo haber sido desde 8 pesos hasta 17 los días previos a la medida en el Mercado Central. Unos días después del acuerdo con el Mercado Central el tomate bajó en las verdulerías de barrio a $9 por kilogramo (se ignora el detalle de las causas). En este ínterin el resto de las verduras y frutas no han tenido mayores cambios de precios.
Con estas maniobras pueriles la Secretaría de Comercio pretende tapar el cielo con un harnero, como si los consumidores no experimentasen los incrementos de precios cada vez que van a hacer las compras de todos los días. El escándalo del INDEK ha cobrado tan dimensión, no solo por la falsificación de estadísticas sino por la expulsión de personal valioso amedrantado por agentes ingresados con la intervención al Instituto y las repercusiones internacionales, que vale preguntarse si la persecución con multas y denuncias penales a las consultoras que elaboran estimaciones independientes del IPC tiene por objeto solamente acallar las voces disidentes o pretende evitar las denuncias penales eventuales por los manejos irregulares dentro del INDEK.
Cuando se deja el manejo de cuestiones delicadas que afectan tantos patrimonios, como son los valores de los bonos indexados emitidos por el Estado Argentino, en manos de personajes fanatizados y poco escrupulosos se sabe donde se empieza, no donde se termina.
Cada día estos procedimientos irregulares se parecen más a los de la escuela venezolana o ecuatoriana en materia de intimidación y acallamiento de toda oposición o crítica. La responsabilidad última está siempre en cabeza del Estado, pues no puede alegarse ignorancia en estos temas tan conocidos y comentados. ¿Será esto parte de la tan mentada ‘profundización del Modelo’?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La Sra Presidenta Cristina Kirchner y el ‘bonapartismo’

El día 15 de septiembre de 2011 la Presidenta pronunció un extenso discurso durante la inauguración de un sitio de información jurídica  en Internet. En esa oportunidad se refirió ocasionalmente a su reciente visita a Francia y su admiración por Napoleón Bonaparte (Napoleón I el que fuera emperador de Francia a partir de 1804).
Hubo otro mandatario de Francia en el siglo XIX que era sobrino de Napoleón I y se llamaba Luis Napoleón Bonaparte y gobernó a partir de 1851 a partir de un golpe de estado. Inicialmente tomó una apariencia democrática pero luego Luis Bonaparte fue asumiendo cada vez más poderes hasta que en 1852 fue proclamado emperador por el voto popular, tomando el nombre de Napoleón III.
A este tema se refirió Karl Marx en su obra ‘El 18 Brumario de Luis Bonaparte’ donde introdujo el término ‘Bonapartismo’ para referirse a este tipo de gobierno burgués. En este libro también se refiere Marx a Napoleón I, comparando la situación política bajo Luis con aquella que existió cuando gobernaba su tío. El 18 Brumario hace alusión a la fecha (9 de noviembre de 1799), expresada en el calendario revolucionario, del golpe por el cual Napoleón I inició su marcha hacia el poder.
Pero atendamos al párrafo en que la Presidenta se refiere a su afición por Bonaparte:

…Sí, claro, vamos a empezar a decir las cosas como son: es una copia del Código Civil francés con modificaciones y además del código napoleónico, que fue realmente una de las cosas más revolucionarias que hizo Napoleón, hizo muchas, es un personaje que a mí me gusta mucho, ya mañana me van a matar con esto de Napoleón, pero no importa, a mí me gusta, no importa, y no porque haya estado en Francia, a mí Bonaparte me gusta, es porque soy peronista. Siempre de cierta izquierda nos acusaban de bonapartistas, no te rías Beberrí, nos acusaron de bonapartistas, si nos acusaron de bonapartistas. Bueno, no importa, seremos bonapartistas, a mí la figura de Napoleón Bonaparte me parece increíble y bueno…

Aquí la Presidenta, obviamente se refiere al primer Napoleón de la dinastía, es decir al que ordenó la preparación del Código Civil francés. Sin embargo, inmediatamente hace alusión al término ‘bonapartista’, que como se ha visto, tiene una implicancia política y se le ha atribuido al proceder de algunos gobernantes peronistas, notablemente a Juan D Perón.
Este es un lugar común en la izquierda argentina, por ejemplo, Jorge Abelardo Ramos en su obra “Revolución y Contrarrevolución en la Argentina” tiene un capítulo dedicado al primer período de Perón que se llama ‘El Bonapartismo’. Abelardo en los 70 se haría bonapartista en México, pero ese es otro cantar.
En realidad, hay dos acepciones principales de ‘bonapartismo’. Una es la que designa a los partidarios de cualquiera de los miembros de la dinastía Bonaparte o de sus formas de gobernar. En realidad esta forma de bonapartismo aún tiene seguidores en la Francia continental. Este parece ser el sentido principal de su uso en España, puesto que allí hubo bonapartistas, especialmente a comienzos del siglo XIX, cuando la península fuera invadida por tropas francesas. Difícilmente queden actualmente bonapartistas en España, pues los españoles suelen guardar un amargo recuerdo de aquella invasión. Con muy buena voluntad podríamos pensar que este fue el sentido del término en que la Presidenta de los argentinos se refirió a su admiración por el gran Corso. Ya sabemos que en viajes anteriores se hizo conducir al Panteón para ver la tumba del Emperador.
Pero, en realidad, por el contexto, los peronistas fueron acusados de bonapartistas por su estilo de gobierno, es decir se usó la palabra como un epíteto. Al respecto, es interesante consultar el sitio:
donde dice:

El término bonapartismo se utiliza a menudo para referirse a una situación en la que oficiales militares contrarrevolucionarios toman el poder de los revolucionarios, y luego usan un reformismo selectivo para cooptar el radicalismo de las clases populares.

Este parece haber sido el sentido en que se acusó a J D Perón de ‘bonapartista’, por haber llegado al poder a resultas del golpe de junio de 1943 y luego efectuar reformas selectivas para evitar el avance del socialismo y el comunismo. El hecho de haber habido elecciones en el medio no es relevante, también ambos Napoleones fueron ratificados ampliamente por el voto popular.
Los peronistas en general, pueden haber admirado a Napoleón I en su faceta militar (J D Perón fue profesor en la Escuela de Guerra del Ejército). Pero más bien, políticamente, las simpatías peronistas se dirigieron hacia la figura de Charles De Gaulle.
Uno se vería tentado a suponer que la Presidenta escuchó hablar de bonapartismo pero confundió el personaje o la versión del término. De todos modos, démosle el beneficio de la duda…

Porque más que al bonapartismo es adicta al ‘Catalinismo’, es decir, gusta de gobernar como la zarina Catalina la Grande de Rusia y su despotismo ilustrado

martes, 13 de septiembre de 2011

Un singular y soberbio discurso de la Sra. Presidente Cristina Fernández (parte 16). Conclusiones

Continuamos ahora con el análisis del extraordinario discurso de la presidente Cristina Fernández, pronunciado el 9 de febrero de 2011 en el Mercado concentrador de Buenos Aires.
En nuestra entrega anterior, del día  07 de septiembre de 2011 analizamos lo que la Sra. Presidente piensa o dijo acerca del federalismo.
A continuación haremos un resumen de las conclusiones que hemos extraído del análisis del singular discurso

Q) Conclusiones

Este singular discurso tuvo un notable interés porque a partir de un tema poco destacado como el anuncio de acuerdos sobre mercados concentradores la Sra Presidente pasó revista a una serie de enunciados sobre economía, mercados y gobierno en general que aclaran la ideología del gobierno kirchnerista
Clientela: senadores, diputados, dirigentes sindicales, dirigentes sociales, empresarios, Madres, Abuelas, empleados estatales son los convocados esta vez.
Discurso: La Presidenta muestra un discurso moderno y atractivo. Es característica la apropiación de todo el accionar del Ejecutivo en su persona. Si bien la Constitución dice que el Poder Ejecutivo lo ejerce el Presidente, la Presidenta minimiza la participación de ministros y otros funcionarios, acaparando todos los éxitos y acciones en su persona. Podemos caracterizar esta forma de gobierno como “Catalinismo”, en recuerdo de la zarina Catalina la Grande de Rusia, una gran exponente del despotismo ilustrado.
No aparente en el texto del discurso, pero si visible en todas las presentaciones siguientes, especialmente las del invierno, donde la Sra apareció vestida de negro, con un tapado negro abierto y un marcado maquillaje blanco, es un dominio escénico digno de una gran artista. Aprendido o espontáneo, visto de lejos el espectáculo recuerda el estilo del gran teatro japonés del Noh.
Rol Económico de Estado: En este discurso la Sra Presidente define un rol ampliamente intervencionista del Estado, que se dirige a estimular enérgicamente la demanda agregada, a dar todo tipo de facilidades a empresarios privados para que inviertan y aumente la oferta. Proteger la industria nacional y usar subsidios para hacer accesibles artículos de primera necesidad son otros objetivos declarados.
Logros de 7 años de gobierno familiar: Cada discurso de la Presidenta contiene una parte substancial dedicada al elogio de su gestión y la de su marido. Este no fue la excepción. Los logros repetidos una y otra vez en los discursos y la propaganda oficial a toda hora se refieren al aumento de las reservas, al desendeudamiento, a los superávits gemelos, a dos millones y medio de nuevos jubilados, a incrementos de la coparticipación, a planes de vivienda, obras de infraestructura, etc, etc. En este discurso en particular no se mencionaron logros que se consideran más genuinos, como algunas obras de electrificación (si no discutimos los costos excesivos), y los aumentos del gasto en educación y en investigación.
De los que CFK menciona como logros propios algunos que son resultado de mejoras del panorama internacional (como el incremento de las reservas), los superávits que se perdieron o están por perderse, las jubilaciones que fueron despojar a unos jubilados para darles a otros, y otros éxitos, como el aumento de la coparticipación que son una fábula.
Pero, y esto es característico de los gobiernos peronistas, el peso apabullante en propaganda oficial tapa todo razonamiento en contrario, siempre que la actual bonanza del consumo se pueda mantener. Después, cuando la realidad se imponga, vendrán los arrepentimientos por la mala conciencia y las negaciones pero el daño estará consumado, como en la época de Menem.
Quejas contra los medios y algunos reclamos empresarios: ya vimos cuan insustanciales son estas quejas de CFK, no repetiremos el punto porque no lo merita.
Cosas que falta hacer: Reconoce, y esto es recurrente en los discursos de los últimos tiempos de la Presidenta, que le falta llegar a lugares del Noreste y Noroeste argentino. Le faltaría ver que también hay muchísima pobreza cerca de la Casa Rosada. Basta caminar un poco por algunas avenidas porteñas para ver gente durmiendo en la calle.
Otro tema del momento del discurso era el del trabajo llamado ‘esclavo’. Esto auguraba una ofensiva contra las compañías comercializadoras de granos previa a la estatización del comercio. El tema quedó olvidado posteriormente aunque se siguieron cancelando los permisos a diversas empresas. Seguramente después de las elecciones de octubre se verá si esta campaña era el preanuncio de la captura de otra ‘caja’ para financiar el gasto estatal.
Por supuesto, en esta especie de autocrítica de CFK faltaron los grandes déficits de la gestión que, o no se quieren mencionar, o se consideran como puntos exitosos de una estrategia económica altamente heterodoxa.
Amagos de llamar al diálogo: Vimos que la Presidenta en febrero hizo una invitación al diálogo. Sin embargo, a continuación, puso condiciones tan exigentes a sus potenciales interlocutores, que el diálogo resultaba imposible.
Antes de las elecciones, mostrando su mejor cara de circunstancias, la Presidenta dijo que había que dialogar con la oposición. Esto repite anteriores llamados que quedaron en nada al comienzo de su primer mandato. Esta vez no somos nada optimistas. Para qué dialogar si sabemos que estamos en el camino correcto, no es así?
El discurso sobre la singularidad del gobierno K
Una característica de la oratoria de la Presidenta es insistir continuamente sobre los logros inigualados que ha obtenido el gobierno de su familia. En algunos casos los éxitos pueden considerarse legítimos. Otros supuestos éxitos, como la estatización de los fondos jubilatorios o la estatización de la línea aérea en realidad se miden desde un punto de vista ideológico de dudosa validez. En otros casos se dan cifras supuestamente inigualadas especulando en la falta de conocimiento de las audiencias, o no haciendo referencia al tamaño de la economía, como en el caso de las reservas. Otras veces se anuncian números difíciles de comprobar y de dudosa exactitud, cuando no directamente falsos, como algunas estadísticas del INDEC.
En medio de un panorama de prosperidad desigual impulsado por un alza general de precios de los productos de exportación es difícil discernir cuáles de los resultados económicos proclamados son genuinamente obra de un buen gobierno. Lo que es innegable es que la familia K ha producido una inundación de propaganda como nunca se había visto en el país.
Como parte de la campaña propagandística se ha insistido en glorificar la figura del extinto Nestor Kirchner, aludido en los discursos con el pronombre ‘EL’. Habría sido un ser de grandes virtudes, muerto en su lucha sin claudicaciones por el bien popular. Junto a esto se organizan grandes exposiciones o desfiles con distintos pretextos cuyo objetivo real es mostrar supuestos logros. El Bicentenario es una marca registrada acaparada por el gobierno nacional para mostrar su relación con los próceres de la independencia de los cuales se presentan como legítimos herederos. Todo esto machacado varias veces a la semana con propaganda oficialista en la TV, discursos por la cadena oficial con cualquier motivo nimio y profusión de prensa adicta subvencionada con fondos oficiales.
La militancia K
Los herederos de las ideologías setentistas ponen alto el valor del militante. Supuesto semi-héroe de la acción política. Esta exaltación de la militancia ha prendido en otros sectores del público y de los analistas políticos, como si ser un soldado de una aparcería política fuese un hecho portentoso. Va de la mano de la lógica elemental que la verdad no puede estar en todos los grupos de militantes cuando estos sostienen posiciones encontradas con la mayor vehemencia. Entonces porqué alabar la defensa encendida del error? Pero el análisis más objetivo, dentro de lo posible racional de las posiciones parece no interesar. Lo importante es tener una posición y defenderla más o menos intransigentemente. Esto es el paso previo al insulto y el ataque a los que discrepan con el objeto de la militancia, la apertura de exposiciones donde se escupe la figura de quienes no piensan como uno, y la persecución por la calle, el insulto y la agresión a los periodistas que osan tener puntos de vista opuestos a la normativa oficial.
Después vienen las disculpas y los desmentidos, por un tiempo, hasta la próxima vez.
Oferta, demanda e inversión Puja distributiva.
El pasado 10 de agosto hicimos una entrada donde pasamos revista a una serie de lugares comunes, intuiciones, falsos conceptos y errores de la Presidenta respecto de nociones de economía. No repetiremos los detalles aquí. Lo que quedó claro en aquel post es que la Sra Presidente cree haber aprendido y saber grandes verdades económicas que no deja de exponer en discursos, congresos, eventos internacionales y cada vez que lo cree oportuno.
Hemos mostrado (en parte) como ese conjunto de ideas comprende desde obviedades, citas de algunos economistas en boga, pasando por errores conceptuales, a afirmaciones de discutible heterodoxia que para ella son como verdades reveladas.
La Presidenta, en su evidente narcisismo, está convencida de su misión esclarecedora, y no deja de  ‘aconsejar’ no solo a las audiencias cautivas y complacientes argentinas, sino a públicos internacionales de distintas composiciones.
Especial empeño ha tenido CFK en dar clase en los foros del llamado G 20, donde fue recibida con dispar respuesta. En noviembre de 2008, a pocos meses de haber asumido la presidencia, asistió a la reunión del G 20 en Washington, donde habló más que el tiempo establecido para hacer el autoelogio de su política y pedir cambios en las instituciones financieras internacionales. Estas expresiones, alejadas de los temas que la mayor parte de la audiencia esperaba, habrían enfurecido a algunos representantes europeos que propiciaron la exclusión de Argentina del G 20 (dentro de un pedido más general de convertir el G 20 en un grupo más reducido de países).
Otra situación enojosa se presentó en una exposición ante miembros del Congreso norteamericano, donde CFK aconsejó la aprobación del TLC pendiente de Colombia.
Subsidios
Uno de las aspectos más salientes de la administración kirchnerista en los últimos años ha sido la gran masa de subsidios que distribuye, que este año se calcula sumarán más de 20 mil millones de dólares.
Estos subsidios, en última instancia, favorecen principalmente a los sectores de empresarios aliados del gobierno. Pero no solo hay subsidios generados directamente por el gobierno sino que algunos sectores productivos también subsidian a otros, como los energéticos con sus tarifas controladas han favorecido la competitividad de sectores energía intensivos. Finalmente, el campo, al ser una fuente importante de fondos para el gobierno, y de alimentos con precios controlados para los trabajadores, ha funcionado como favorecedor de otros sectores empresarios. Se trata entonces de una economía muy ‘heterodoxa’ mantenida en un equilibrio inestable por obra y gracia de la fuerza coercitiva del gobierno, lista para derrumbarse al menor tropiezo o empuje económico externo.
Inflación e índice de precios
La inflación no existe oficialmente en Argentina, aunque hasta los índices distorsionados del INDEC dan números que preocuparían a cualquier gobernante no ‘súper-heterodoxo’. Lo que hay es la llamada ‘dispersión de precios’.
Por más malabarismos verbales que hagan y apelaciones al precio del tomate, al Mercado Central y a las mentiras de los medios la inflación está ahí. Cualquiera que tiene un presupuesto limitado para vivir día por día lo constata. Que muchos prefieran hacer la vista gorda de este problema embarcados en la ola consumista, o temerosos de que otro gobierno sea peor aún, es otra cosa.
En algún momento de menor beneplácito social la realidad cobrará su precio pero el daño está hecho.
Federalismo
Durante décadas gobiernos de distintos pelajes se dedicaron, sobre todo durante los períodos en que gozaban del poder efectivo para gobernar, a concentrar los recursos económicos y decisorios en manos de una cada vez más abultada administración central. El mal llamado ‘centralismo porteño’, que tiene poco de ‘porteño’, salvo la localización geográfica, ha estado generalmente en manos de conspicuos provincianos que al llegar al poder dejan de lado las efervescencias federales para tratar de manipular los gobiernos provinciales y favorecer a los de su mismo color político. El gobierno de Nestor Kirchner ha sido un claro ejemplo de la voluntad centralista extrema, en este caso por medio del acaparamiento de fondos fiscales en manos de la presidencia para usarlos como herramienta para disciplinar provincias, municipios y sus representantes.
El discurso de la Presidente muestra un federalismo entendido como un intercambio de bienes y servicios entre el poder central nacional y las provincias. No existe la potestad de las provincias para su autogobierno y su independencia económica del poder central. Esto es resultado de un largo proceso ideológico y económico, que se ha ido volcando en sucesivas reformas constitucionales y legales que desdibujaron el andamiaje federal (desde sí ya débil) de la Constitución de 1853, destinado a dar  lugar al poder primero de la Provincia de Bs Aires, luego de varias oligarquías provinciales y finalmente de diversas camarillas o grupos que pudieran acceder al gobierno central. Simultáneamente las antiguas ideas rectoras liberales celosas de los derechos del ciudadano, al menos en teoría, han dejado lugar a un corporativismo donde mandan intereses organizados para los que la vigencia de las instituciones republicanas es de secundaria importancia. De este modo, las ideas alberdianas de una presidencia fuerte han degenerado en un Congreso solícito a la voluntad presidencial que el P. Ejecutivo, si es necesario, puede ignorar fácilmente por medio de los nefastos ‘Decretos de Necesidad y Urgencia’.
General
Este discurso, y los actos de gobierno de la Presidenta en general, para quien escribe, la muestran como una de las mentes más brillantes entre los presidentes argentinos.
Se distingue de su marido porque este era pura praxis, no tenía más que una formación teórica superficial y se caracterizaba por un agudo pragmatismo, lleno de una viveza ‘criolla’ rica en ardides y una ambición sin límites para acumular tanto medios económicos como poder.
La Presidenta tiene un modo mucho más sutil de gobernar, aunque no deja de ser ambiciosa de poder, pero tiene una formación teórica mucho más completa, aunque dogmática y, a veces, defectuosa.
Sin embargo, hasta ahora no nos parece que haya mostrado grandes dotes de estadista. Comparada por ejemplo con el gran presidente que fuera A Frondizi, carece del realismo necesario para enmendar su visión, como lo hizo aquel al pasar de proponer un programa mezcla de Declaración de Avellaneda y sovietismo (en su libro‘Petróleo y política’) a encabezar una transformación de YPF y económica general. CFK parece incapaz de cambiar su visión setentista suave del mundo debido a su inflexibilidad ideológica y su narcisismo personal.
El futuro dirá cuánto tiempo puede mantenerse este tipo de orientación frente a los duros embates de la realidad, sobre todo si deviene una recesión en el mundo más desarrollado

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un singular y soberbio discurso de la Sra. Presidente Cristina Fernández (parte 15). Federalismo


Continuamos ahora con el análisis del extraordinario discurso de la presidente Cristina Fernández, pronunciado el 9 de febrero de 2011 en el Mercado concentrador de Buenos Aires.
En nuestra entrega anterior, del día  30 de agosto de 2011 analizamos lo que la Sra. Presidente piensa o dijo acerca de la inflación y los índices de precios.
A continuación veremos los conceptos que expresara en aquel memorable discurso acerca del federalismo. En otra entrega haremos un resumen de las conclusiones que hemos extraído del análisis del extraordinario discurso

P) El Federalismo.

…yo siento como Presidenta que siempre se habla de federalismo cuando es la Nación la que tiene que poner cosas, recursos, infraestructura, etcétera; el federalismo es a dos bandas, a dos partes, es gestión del Estado Nacional hacia las provincias y gestión dentro de las provincias,  en los ámbitos y marcos de competencia que les son propios a cada gobernador, a cada intendente, para ayudar a gobernar la Argentina. Sería casi unitario pretender que se pueda manejar todo desde la Presidencia de la Nación en todos y cada uno de los territorios de las provincias.

1) Pareciera, en base a lo dicho por la Sra Presidente, que su experiencia de lo que llaman federalismo en su entorno consiste en ir a pedirle toda clase de aportes a la Nación. Además, pareciera que le piden al Ejecutivo que tome la iniciativa y le resuelva los problemas a las provincias. Reclama entonces CFK a su audiencia que los gobernadores e intendentes se hagan cargo de la gestión de sus jurisdicciones.
2) En este discurso se deja traslucir que el federalismo se visualiza como un intercambio de bienes y servicios, donde la Nación aporta fondos o infraestructura y las provincias deben aportar una contrapartida. Este aspecto se refuerza cuando se considera el siguiente párrafo perteneciente al discurso pronunciado por la Presidenta el 15 de febrero de 2011 con motivo de un aniversario del Lago Argentino:

…el sistema eléctrico nacional solamente llegaba hasta Choele- Choel, casi pegadito a la puntita de la provincia de Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz no existían. Primero llegamos a Puerto Madryn , de ahí a Pico Truncado y ahora estamos llegando de Pico Truncado a La Esperanza para llegar a El Calafate, para llegar a Río Gallegos y para definitivamente integrar a la patria. (Aplausos)…
Entre la usina de Río Turbio y Barrancosa-Cóndor Cliff vamos a poder aportarle al país, al crecimiento, a la sustentabilidad de la actividad económica, industrial, fabril y de servicios más de 2.000 megavatios que va a producir Santa Cruz , no va a utilizar y que los va a conectar a través de ese interconectado de que hablábamos. (Aplausos)
Así se construye un país, como se construye una familia también, donde cada uno pone lo mejor que tiene y lo mejor que sabe hacer. Si aquí en Santa Cruz podemos dar energía eléctrica, petróleo, gas, recursos turísticos, que luego aprovecha el resto del país, es necesario entonces que ese modelo de distribución geográfica y social de los recursos económicos se siga profundizando en el país. Porque aún esta distribución sigue siendo muy injusta e inequitativa, por eso tenemos que seguir trabajando argentinos. (Aplausos)

3) Al plantear la relación entre Nación y provincias como un toma y daca la Sra Presidente se muestra como una eminente sucesora de la tradición mayoritaria de los presidentes que, a partir de la generación de 1880, han continuado en el proceso de sujeción de las provincias a la autoridad del PE nacional. Las provincias, que son anteriores a la Nación, ahora vienen a la Casa Rosada a dar explicaciones, en vez de ser el P Ejecutivo el que rinda cuentas de sus acciones ante los poderes provinciales. Unitarismo en los hechos con federalismo en el discurso.
La visión de la ‘República posible’ de Alberdi ha llegado a su culminación con la hipertrofia del presidencialismo. En los comienzos, la alianza de las oligarquías de algunas provincias fortaleció al Estado Nacional contra la posible rebeldía de otras provincias, para aprovecharse del ingreso de las aduanas y moldear el país de acuerdo a su modelo. A comienzos del siglo XX, cuando ya se había logrado una cierta unidad del territorio y del mercado nacional, fueron las intervenciones federales las que pusieron a las provincias al servicio del gobierno nacional. Las rebeldías fueron dominadas por el Ejército nacional. Las presidencias de Figueroa Alcorta y de H. Yrigoyen (primera) fueron ejemplos de este accionar. A partir de la crisis de 1930 pasan a ser gobiernos militaristas, incluyendo los de A Justo y J D Perón los que, a través de los aparatos partidarios fundamentalmente y secundariamente de las jerarquías militares, consolidaron la sujeción de los gobiernos provinciales a la voluntad del PE nacional.
La breve experiencia federal de A Illia fue interrumpida por el retorno del centralismo nacional en toda la serie de gobiernos que va desde el Gral. Onganía hasta la vuelta a la democracia. El tercer gobierno de Perón-Perón no escapa para nada al proceso de puesta y remoción de gobernadores de acuerdo a su afinidad con la Casa Rosada.
Con el gobierno democrático de C. Menem se inició otra fase del sojuzgamiento provincial. En este caso, estranguladas las provincias por el exceso de gastos y la reducción del monto coparticipable, hicieron su aparición los ATN que eran la dádiva repartida por el ministerio del interior a los gobernadores amigos de provincias fuertemente endeudadas. Un instrumento de domesticación del interior que ha sido perfeccionado y aumentado por el gobierno de la familia Kirchner reduciendo los fondos coparticipables a sus mínimos porcentajes y enviando ‘ayudas’ solamente a los gobiernos de provincias de igual color político. También tuvo NK el privilegio de iniciar un proceso de relaciones de dependencia directa entre municipios y la presidencia, puenteando las autoridades de los gobernadores de provincia.
Como puede discursear CFK de federalismo si hasta pretende imponerle los candidatos a vicegobernadores y legisladores nacionales a las provincias?
4) Al poner el acento en el intercambio de infraestructura por energía o materias primas la Presidenta ignora el aporte de todas las provincias de la pampa y el litoral, es decir del campo. La provisión de alimentos por el campo es ignorada en un todo de acuerdo con la ideología que sobre valúa las chimeneas y menosprecia al agro, como una justificación para el accionar de la ‘burguesía expropiadora’. El campo no solo aporta alimentos, también aporta ingentes capitales capturados por el P Ejecutivo por medio de diversos impuestos y retenciones. Estos fondos son re direccionados según un criterio discrecional por el gobierno.
5) Lo más grave es que en todo este camino, cuyos inicios pueden trazarse hasta la presidencia de B. Mitre, la autonomía de las provincias ha sido minimizada, llegando a un presente donde hasta la Presidenta se queja por la dependencia (y obsecuencia) de algunas autoridades provinciales y municipales. Y como muestra de un país que parece depender en todo del presidente de turno, la propaganda oficial televisiva, por cada obra atribuida, por insignificante que sea, nos hace saber que ella se debe a la omnipresente Presidencia de la Nación. El cartelito infaltable como broche final así lo proclama.

PAUSA
Continuaremos con un resumen de algunas de las conclusiones que surgieron al analizar este discurso extraordinario que nos permitieron entender aspectos salientes del gobierno de la familia Kirchner, sus dichos y sus consecuencias.
Hasta otro día.

@Copyright 2011. Se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente en forma completa.