jueves, 11 de octubre de 2012

CFK en Georgetown-Harvard: El RELATO atendido por su misma dueña



La semana del 23 de septiembre pasado Cristina Fernández de Kirchner pasó por las universidades norteamericanas de Georgetown y de Harvard donde se suponía que iba a hacer sendas presentaciones magistrales y, a continuación, contestaría preguntas de los estudiantes asistentes. 

Por el rango de la invitada y tratarse de escuelas de ciencias políticas se esperaba que las presentaciones giraran acerca de temas de gobierno en general, con algunas alusiones a aspectos concretos referidos a la Argentina.

Previo al viaje de la Presidenta a los EEUU hubo en la Argentina una serie creciente de muestras de desaprobación por la forma de gobernar del Poder Ejecutivo encabezado por Cristina Kirchner que culminaron con una movilización mayormente espontánea el día 13 de septiembre.

En medio de esta situación los equipos presidenciales aparentemente estimaron conveniente que CFK se  presentase ante los estudiantes y profesores de esas casas de estudio para exponer aspectos de su gobierno y de la historia argentina. 

La conflictiva situación política en Argentina, impensable unos pocos meses antes cuando CFK obtuvo la reelección por más del 54% de los votos positivos emitidos, ha repercutido en la población hispana en EEUU y ello llevó, probablemente,  a que los estudiantes se orientasen mayoritariamente por hacer preguntas sobre temas poco simpáticos para la Presidenta. Aparte de esto hubo manifestaciones hostiles contra la Presidenta frente al hotel Mandarin de Nueva York donde se alojó.

Quizás influida por este ambiente previo CFK produjo dos deslucidas presentaciones seguidas por series de preguntas y respuestas donde la Presidenta con aires de suficiencia, se mostró displicente, dominante  y muchas veces hostil con los alumnos, lo que le valió dos silbatinas mientras hablaba en Harvard y críticas generalizadas luego de las alocuciones en ambos casos. La atmósfera general de las presentaciones, sobre todo por la forma de encarar las respuestas dio la impresión de que ella creyó estar ante un grupo de estudiantes de la escuela intermedia y no de universitarios. Por eso, en vez de afrontar seriamente algunas preguntas, se dedicó a criticarlas y evadirlas.

Lo que Cristina Kirchner hizo en ambos casos fue presentar una zigzagueante narración de los supuestos logros de su familia, repitiendo gran parte de los lugares comunes a que tiene acostumbradas a sus forzadas audiencias en Argentina. La saga de su familia se traduce en cómo recibieron un país destrozado (siempre dicen ‘en ruinas’) por una conjunción de errores de manejo económico de sus antecesores, no siempre inocentes, sumados a negociados de la banca internacional asociada a agentes locales. A partir de allí se cuenta como N. Kirchner y ella hicieron renegociaciones con quita de la deuda en default.  También CFK hizo el recuento de una serie de medidas sociales todas supuestamente exitosas, y de la ‘reconstrucción’ de la economía a la que calificó de ‘exponencial’. 
Luego de dar numerosas  vueltas en el discurso, mostrando una falta de ajuste a un plan de presentación previo, terminó hablando de su visión de lo que llama la crisis política global. Allí repitió su crítica a la forma que el Norte encara sus problemas económicos y puso como siempre el ejemplo de las crisis argentinas, especialmente la de 2001, recomendando implícitamente (aunque lo negó) seguir un camino similar a la quita efectuada por el matrimonio en lo que ellos llaman renegociación (aunque fue compulsiva) del default heredado. A continuación respondió (o simuló responder) las preguntas que le hicieron. Y no parece haber convencido a la mayor parte de la audiencia.

Posteriormente a esas presentaciones en los EEUU de N. América, que fueron transmitidas en vivo por varios canales de televisión en Argentina, hubo muchas discusiones y análisis en diversos medios. También hubo entrevistas a algunos de los alumnos que hicieron preguntas y foros de discusiones en los diarios y medios digitales. De este modo la performance de la Presidenta logró un grado de difusión superior al esperado por las autoridades argentinas que implícitamente admitieron que la imagen transmitida no fue positiva. Hubo una única reacción inmediata de CFK todavía de viaje para tratar de borrar la mala impresión que causaron sus repetidas alusiones descalificadoras a la Universidad Nacional de La Matanza (situada en la Provincia argentina de Buenos Aires) cuando ella misma o sus asistentes escribieron unas entradas en Twitter expresando su gran afecto por los alumnos de esa Universidad. También hubo una reunión el lunes siguiente con seguidores de la agrupación kirchnerista La Cámpora los que ratificaron su admiración incondicional a CFK que es el ‘alma mater’ de estos jóvenes ‘militantes’. 

Algunos medios internacionales se hicieron eco de las deslucidas intervenciones de CFK en EEUU y, con cierta demora, también hubo reacciones en los medios universitarios, por ejemplo, en el Harvard Crimson se publicó un artículo (en inglés) del comentarista económico Jorge Araya donde se hace una crónica de la conferencia de la Presidenta, así como de antecedentes de su gobierno, con opiniones bastante negativas, por ejemplo, expresando: “Esta, entonces, es la imagen de sí misma que la presidente Kirchner nos dejó en Harvard. ¿Arrogante? Por supuesto. ¿Narcisista? No lo dudo. ¿Megalómana? Eso podría ser ir demasiado lejos, pero megalomanía está sin duda en el camino correcto.” (traducción según http://www.economiaparatodos.com.ar/ver_nota.php?nota=4012).

El artículo de Araya convocó una gran cantidad de comentarios de los lectores de Harvard en el mismo Crimson, la mayoría de ellos críticos a la figura de la Presidenta y su gestión, incluso abundando con ejemplos adicionales a los mencionados por Araya. En forma similar a lo que ocurre en Argentina, hubo ardientes réplicas de seguidores del kirchnerismo defendiendo la gestión de CFK y atacando a los medios, especialmente al grupo Clarín. En resumen, quedó la Presidenta caracterizada como émula en muchos aspectos de su admirado Hugo Chávez y no muy afecta a respectar estrictamente las prácticas democráticas, más allá de las apariencias.

En las encuestas de opinión política que se realizan periódicamente en Argentina resulta impactante la diferencia que hay en la valoración popular de la gestión del gobierno nacional (extremadamente negativa en su mayoría) y la imagen presidencial, en caída pero siempre muy por encima de la de su gobierno. Es como si la gente creyese que ‘ella es buena pero la aconsejan mal’.  Habría que pensar, frente a esto, porqué CFK se ha ido desprendiendo de algunos elementos relativamente buenos para rodearse de mediocres, algunos de ellos de sospechosa integridad, pero fieles hasta la obsecuencia, como Boudou, Timerman, Abal Medina, Garré, Moreno, Mariotto (etc.).

El viaje a EEUU ha podido poner en blanco sobre negro para muchos que dudaban algunos aspectos:
1) La inspiradora del modelo protochavista del ‘vamos por todo’ no es otra que CFK que en esto sigue bastante las ideas de Abelardo Ramos y su antiguo Partido Socialista de la Izquierda Nacional. Ella ha expresado abiertamente su admiración por H Chávez y lo ha reafirmado recientemente en Twitter al felicitarlo por su triunfo electoral diciendo ‘tu victoria es la nuestra’.

2) CFK practica la mentira política sin ninguna inhibición. La negación rotunda de la inflación argentina es una pequeña muestra de las estafas ideológicas que cocina su gobierno. Nadie que lleve las cuentas de los gastos en Argentina puede desconocer que la inflación hoy es superior al 20% anual. Ella dijo enfáticamente, sin embargo, a los estudiantes de Georgetown: ‘Si realmente los números fueran de una inflación del 25%  al 26% el país estallaría por los aires; no podríamos haber pagado ninguno de los miles de millones de dólares que hemos pagado; no hubiéramos podido sostener el crecimiento de una economía como el que sostuvimos y mucho menos hubiéramos logrado la incorporación de millones de excluidos que hoy están consumiendo y tienen una asignación universal o un trabajo en una cooperativa o un trabajo registrado’ (según la versión oficial del sitio de la Presidencia de Argentina). El que escribe esta entrada lleva la cuenta de los gastos mes por mes y en 2010 calculó una inflación promedio superior al 20%. No se lo contó Clarín son gastos diarios propios, no extraordinarios, como los de cualquier otro habitante. Además, las estadísticas de entes provinciales (que resistieron las presiones del Secretario G Moreno para que las discontinúen) indican valores recientes del orden del 23% por año. Es entonces una GRAN MENTIRA, fácil de comprobar que la inflación sea 9% y CFK LA AVALA DESDE HACE AÑOS.
Otra gran mentira, y mucho más grave aún fue la campaña electoral de CFK para aspirar a la reelección. En esa campaña, ocurrida a fines de 2011, en ningún momento ni ella ni otros postulantes del FPV expresaron que iban a cambiar el derrotero del gobierno para ‘ir por todo’. La campaña fue una seguidilla anodina de reafirmaciones de la obra realizada, sin ningún programa futuro de gobierno y conducida por una amante y edulcorada viuda vestida de negro que mostraba ondas de amor y tolerancia. El giro hacia el estatismo y el protochavismo fue totalmente inesperado, especialmente por el empresariado que, por el contrario, esperaba un aflojamiento de controles y las restricciones a la libertad empresaria. 

En síntesis CFK hizo una estafa electoral e ideológica, digna del izquierdismo subrepticio a lo del ‘demócrata’ F Castro cuando tomó el poder en Cuba.

3) Los conocimientos de economía y de gestión de CFK son rudimentarios, reducidos a una serie de recetas estereotipadas del acervo ‘Nacional y Popular’.
Ya en entradas anteriores hemos pasado revista a errores serios en las concepciones económicas de la ‘Empleada pública número 1’ con motivo de un discurso que pronunció en el Mercado Central. Un ejemplo es la famosa explicación que repite continuamente que la convertivilidad argentina no podía haber funcionado porque la economía argentina es mucho más chica que la estadounidense. El simple ejemplo de Panamá invalida totalmente esta idea (y hay otros países con caja de conversión). Su saber y prácticas económicas se resumen en la ‘ceponomics’, es decir que el Estado pone un gendarme al lado de cada particular que lo controla y le indica que debe hacer y limita su accionar de acuerdo a los dictados del burócrata de turno. Expresiones de esto son varias y van desde el cepo cambiario (cuya existencia CFK niega insistentemente, no solo en EEUU sino a su vuelta en Argentina), por las restricciones a importaciones y exportaciones, al reparto de dividendos, a los viajes, etc etc. Además, el otro gran karma de CFK consiste en fogonear irresponsablemente la demanda agregada, especialmente la del gobierno a través de una emisión monetaria de  35% anual o más y la privada por medio del ataque a todos los medios de ahorro para forzar el malgasto de la liquidez en manos del público.

4) Para CFK la economía es un juego de suma cero. Dijo en Georgetown: “Y lo que yo puedo observar como dirigente política, como integrante del G-20, es que uno de los problemas más graves que hoy tiene la crisis mundial es que no se cae una nueva idea acerca de cómo salir de la crisis, que no es económica, es política, porque no hay una clara idea de cómo se debe salir de esto, y si la hay no se la quiere utilizar porque perjudica a los sectores más favorecidos. Porque ha pasado, ustedes saben que ningún juego económico es neutro, siempre cuando hay perjudicados hay favorecidos de un lado y lo que se le saca uno lo recibe otro. Esto es una regla básica de la economía”(el subrayado es mío). Esta es esencialmente la misma idea que tenía Eva Perón que dijo: ‘Cuando aprendí que hay pobres porque hay ricos’. Si la historia del crecimiento económico del mundo no ha convencido a CFK que puede haber progreso para las mayorías, no ha querido sacarse las anteojeras ideológicas.

5) CFK mintió descaradamente, como lo hacen a menudo los varios tiranuelos americanos (Chávez, Correa, Morales, etc) afirmando que en Argentina hay libertad de expresión. Cualquiera sabe que ellos tratan rudamente a todo periodista que intente hacerles una pregunta molesta, que CFK no habla con la prensa (salvo que llame ‘hablar’ reunirse con el monje negro Verbitsky), han forzado la venta de medios a empresarios dependientes del gobierno, han acosado económicamente a diarios independientes, han atacado, incluso físicamente a periodistas indóciles (y ‘recompensado’ a aquellos que repiten la pauta oficialista), han mandado la ‘gesAFIP’ a ‘inspeccionar’ fiscalmente a cualquiera que ose hablar contra el gobierno, en fin, han convertido al país en la antesala del gobierno del ‘Gran Hermano’.

6) CFK mostró que su gobierno no tiene un plan maestro ni programa de acción, que no sea insistir tenazmente en lo ya hecho y tratar de parecerse a su adorado Chávez. Ella misma confesó en Harvard que no hace planes en su vida y tampoco podría mostrarlos. Dijo: "si quieres ver sonreír a Dios cuéntale tus planes”. Ni ella ni su difunto marido intentaron nunca aclarar que rumbo u objetivos tienen sus gobiernos y es porque no los tienen y han vivido al día, cambiando continuamente de rumbo, ocultando lo que realmente querían hacer incluso dentro del presupuesto del corriente año.
En resumen, para quien tenga abierta la mente (me refiero al famoso 54% que la votó), no hay duda que a CFK se le cayó la máscara en las universidades norteamericanas. La ilusión de pasearse y lucirse ante audiencias dóciles y absortas fue totalmente frustrada. De ahí el malhumor evidente de la Presidente, poco acostumbrada a enfrentarse con las realidades de su gobierno.

No insistiremos sobre otro aspecto que aparece también en las conferencias, y es la cultura superficial de la Presidenta, que muestra la pobreza de su paso por el colegio secundario. Al observador atento no escapan los errores de sintaxis, palabras mal usadas, nombres mal pronunciados, etc. Esto no son errores de memoria, son los rastros de una educación básica descuidada y poco interés por la precisión, más allá de la cita de números muchas veces fraguados y frases comunes como ‘Eppur si muove’. Mencionaremos aquí, por caso, aunque ya lo han hecho otros antes, las citas erróneas de la Biblia (Seth por Lot) que también indican una religiosidad superficial, fallas de gramática (uso del condicional en vez del subjuntivo), palabras usadas mal o fuera de su significado (como ‘teoría’), Madoc o Murdoch por Bernard Madoff, nombres mal pronunciados como el de Christine Lagarde (del FMI) pronunciado ‘Lagardé’ o ‘Degardé’. En resumen, una cultura de origen aluvional, descuidada en sus orígenes y crecida en cantidad facilitada por una memoria excepcional pero con poca atención por la calidad.

Pero lo más importante y fundamental de esta gira por el Norte ha sido poner al descubierto que todo lo que se podía asignar erróneamente a los miembros del gabinete es obra e inspiración básica y esencialmente de la Presidenta Cristina Kirchner, primero por continuación de la herencia de su esposo (que era pragmático y no dogmático) y luego, sobre todo con el ‘vamos por todo’ de ELLA y sólo de ELLA. Es el RELATO hecho a su imagen, genio y figura!