viernes, 23 de febrero de 2018

El Centre-forward y la mentalidad peronista



Con 59 años encima Mauricio Macri se ilusiona en fotografiarse jugando al futbol con grupos de varones afines y la oficina de prensa de la Rosada nos distribuye fotos donde aparece gambeteando o tirando un centro como la imagen del macho-alfa que nos falta en la dirección del país. El primer deportista que vuelve de los 50's.
Así, cuando se junta en París con un ex presidente a ver un partido o cuando intenta articular dichos graciosos sobre el mundial futuro ante el rostro desconcertado de Putin, está mostrando lo que cree es un pasaporte universal para la diplomacia. Transparenta así una juvenil pasión por un deporte que lo imaginó brillando en el césped de los estadios y tuvo que trocar por destinos más vulgares como empresario heredero de un imperio mafioso y luego compensar con la presidencia de un conocido equipo y otros destinos de la política. En algún momento tuvo la impericia de afirmar que el fútbol es más difícil que manejar la economía de un país, así como que arreglar la economía era más fácil que la inseguridad. Sin entrar en la validez de ciertas comparaciones, puso así en relieve su desconocimiento profundo de economía que pensó podía encarar poniendo un administrador (su mascota) a cargo, guardando para sí el papel del presidente del directorio de empresa.
Y la mascota tomó como director del rumbo económico a un boticario que se cree muy 'rana' porque pergeñó una quita del 7% de los haberes de los jubilados y otros pensionados para poder sobornar a una mayoría de gobernadores con fondos a cambio de un papel mojado que dice que van a hacer buena letra hasta 2019. El boticario y la mascota toman decisiones macro en base a lo que creen les redituará votos. Así, en el segundo semestre de 2017, para ganar las elecciones, aumentaron los agregados monetarios desproporcionalmente para crear una euforia temporaria y ahora se enojan porque la inflación no cede. Se enojan contra lo que bautizaron 'círculo rojo' y piden militancia a los ministros y que todos muestren rebosante optimismo y crean que, en un nuevo futuro semestre, la inflación esta vez sí se va a moderar.
La realidad es que los únicos avances serios para bajar el déficit fiscal han consistido en la suba de tarifas subsidiadas que han debido ser soportadas mayormente por las clases medias y bajas. Porque no tienen ningún paliativo para compensarlas y, además, deben pagar también lo que las empresas de servicio cargan en la tarifa para compensar lo que no ganan con las tarifas llamadas 'sociales'. Un mecanismo que por mucho tiempo Macri no entendió y recién ahora parece enterarse quizás cuando las encuestas muestran que la gran caída del consumo se produjo justamente en las clases medias bajas, para no repetir que los más pobres no pueden bajar el consumo más abajo que lo que ya estaban.
Mientras tanto, los agentes de propaganda oficial cada tanto hacen llegar a los diarios supuestos planes para reducir los sueldos o las plantas rebosantes de ñoquis que heredaron del kirchnerismo y hasta ahora se resistieron a podar. Pero los burócratas amarillos también se resisten a achicar la burocracia porque están pensando en 2019 y más allá. Así, por un lado nos dicen que sobran miles de los 16 mil empleados del correo oficial que siguen perdiendo fortunas, pero a poco nos enteramos que el sindicato logró que no echen a nadie y que todo se limitará a buscar retiros voluntarios. También nos enteramos de los 200 camporitas que recibieron a Lombardi en el CCK vestidos con sus remeras 'militantes' pero solo indican que ahora las cosas se tranquilizaron. ¿Quiere decir que echaron a estos ñoquis enquistados por CFK a fuerza de violar las normas siempre 'por excepción' o será que solamente los han 'educado' como insiste el ministro Ibarra cada vez que habla de reformas en el aparato estatal?.
Esto lo llaman 'gradualismo' y hay que festejar los éxitos como pide la 'mascota'. Y Maury habla cada tanto para pedir que cada uno resigne algo. Los acólitos repiten la consigna a coro. Pero no vemos que los que se van en masa a veranear al extranjero estén cediendo nada, ni tampoco los que compran records de nuevos autos. ¿Será porque les bajaron los impuestos para que los metalúrgicos no se quejen? No lo dicen, pero se supone que habrá que esperar el derrame amarillo. Mientras tanto, otra promesa verde, ahora para marzo: la purga dentro de las filas oficialistas, convertida por ahora en veremos o limpieza de funcionarios 'pesimistas' para el gusto de la 'mascota'.
Con realismo, hay que admitir que si CFK solo en 2015 hizo ingresar 57 mil 'militantes' a la nómina nacional, una poda que realmente afecte el déficit hacia abajo debería constar de no menos de 20 mil cesantes, cosa que inmediatamente haría llegar a los medios los bramidos de los sindicalistas, de los curas de Bergoglio hablando de 'revanchismo', de los abogados 'laboral-estatistas' que explicarían que es anticonstitucional, periodistas veleta, etc, etc.
Visto fríamente hay que anotar que la situación heredada en 2015 era malísima, lo que hizo mal MM fue agravarla con una serie de gastos infundados, solo entendibles suponiendo que cuando asumió no tenía la menor idea del estado del país (no porque no pudiese saberlo sino porque no tiene criterio propio para averiguarlo y creyó en el coro de adulones que lo rodea).
MM no parece tener capacidad para formarse criterio  propio en muchos temas (salvo seguramente el futbol). Así, ante cualquier decisión consulta en su círculo y adopta lo que le parece razonable o la opinión mayoritaria. Si tuviese visión propia, fuera de un conjunto de prejuicios propios del círculo que lo vio crecer, no hubiese cometido los errores garrafales que ahora trata de corregir disimuladamente. En muchos sentidos, y esto aparte, la clase de familia de donde proviene (un padre prebendario que se enriqueció haciendo negociados con el gobierno de turno, unos hermanos poco éticos que siguen manejando la empresa familiar buscando pleitear con el estado, unas hermanas que parecen haberse apartado del círculo familiar huyendo) parece condicionar la mentalidad de MM e impulsarlo a compensar al país del accionar de esta clase de gente, como una obligación moral que quiere cumplir pero sin dejar de funcionar como quien trabaja sus 8 horas diarias en un cargo de director de empresa.
Hay un lugar común de atribuir las limitaciones de MM a su condición de ingeniero, que le hace poco favor a la profesión de Leonardo da Vinci y Camille Saint-Saëns. Habría que ver cómo logró su título pero me parece que si no da para más no es por el título, sino  por su cabeza. Y los que lo critican se olvidan el desastre que nos dejaron las masas de abogados, médicos y milicos que gobernaron.
Dicho esto, hay que reconocer que la situación del país Argentina es crítica, la herencia de 100 años de populismo han conformado un pensamiento mayoritario que sigue esperando la magia estatal, buscando el puestito público estable y bien remunerado, etc. La maraña legislativa, conjunto de 'derechos adquiridos', como dicen los abogados del estatismo, que defiende las 'conquistas' de los diversos estamentos es muy difícil de deshacer y la guardia peronista en el Parlamento y el Poder Judicial se abroquela para impedir cualquier cambio significativo que baje el peso muerto que debe solventar la actividad privada. Macri no será una mente brillante, salvo para aprender artimañas de político, pero también tiene mucho en contra.
Hablando de artimañas, vamos a debatir el aborto,  para distraer a la gente de las penurias diarias y para recordarle al 'padre Jorge' que está en el Vaticano y pide que rueguen por él, que así él como usa los troskos de Dios para negociar con Moyano, el gobierno tiene algunos resortes todavía para apretar. Este gobierno que para él es liberal e insensible, para nosotros es conservador-popular más preocupado por perdurar que por otra cosa, salvo en el vértice.