viernes, 18 de septiembre de 2020

El gato de Schrödinger. Un experimento mental de realización inverosímil

 

Los ‘Gedankenexperiment’ de Einstein hicieron descendencia inmediata, pero el del gato de Schrödinger fue una broma que trajo larga cola. Lo que no se puede practicar es imaginar un experimento contra las leyes naturales.

Para seguir la broma el autor puso dentro de la caja a un gato, del cual se afirma que está en un estado de suspensión (o superposición) entre la vida y la muerte. Pero si uno empieza a analizar los elementos que componen el aparato dentro de la caja, lo único que podría admitir un estado de superposición es el átomo radioactivo que puede o no desintegrarse.

El resto se comporta como cualquier objeto físico (o vivo) clásico, y está en una situación bien definida. El peso está arriba o abajo, la cápsula con cianuro está cerrada o rota, el gato está o vivo o muerto. No hay ninguna superposición, sea que algún observador mire dentro de la caja o no mire.

Entonces todo el misterio del aparato experimental se reduce a un átomo que se desintegra o no. El resto es puro relleno destinado a confundir el análisis.

Si nos reducimos al meollo del átomo que espera su desintegración, el problema se reduce a un proceso radioactivo clásico, que no sabemos si  se puede o no analizar válidamente como un caso de superposición cuántica. Estos procesos tienen lo que se llama vida media de desintegración, lo que permite un método de radio datación. Cada especie atómica (isótopo) tiene su vida media característica que sigue una estadística bien determinada, con una vida media específica y no otra. Esta se puede medir en el laboratorio, pero, hasta ahora, no se puede calcular a partir del modelo estándar de partículas elementales.

Cada tipo de isótopo se desintegra con su vida media, lo viene haciendo desde su creación por miles de millones de años en algunos casos, sin esperar que ningún testigo o experimentador vaya a constatarlo. Toda la historieta del gato cuya vida depende de que abran o no la caja es un desatino, un experimento pensable pero nunca realizable con las características que se le atribuyen.