Escribiendo mis 5 minutos diarios.
Este mes el 22/10/23 hay elecciones decisivas en Argentina.
El candidato oficialista, Sergio Massa, tratando de fingir que no es de este gobierno, pese a que es ministro de economía y fac-totum desde hace un año, coautor del desastre económico en marcha, con 12% de inflación mensual al borde de una hiper.
Los asalariados y jubilados han visto pulverizarse sus ingresos, víctimas de la inflación que el mercado laboral no llega a compensar en la mayoría de los casos, y los jubilados de la inamovible ley Guzmán (el mismísimo asesor de Bergoglio) diseñada, en acuerdo con el FMI, para erosionar los ingresos de los viejos, por medio de una fórmula de ajuste que limita los incrementos poniendo topes que nunca llegan a compensarse frente a la inflación. Massa diseñó muchos arreglos cosméticos de bonos para los jubilados de las escalas inferiores pero nunca puso en tema modificar esta ley. Esta ley ahorra gastos al gobierno que otros ministros se encargan de dilapidar en otras fruslerías. La panacea antiinflacionaria del FMI y de los economistas afines al sistema.
Massa nos inunda por TV de avisos propagandísticos uno tras otro. Primero empezaron las dependencias oficiales, a toda hora, declamando supuestos logros del gobierno. Ahora, falto ya de argumentos, sale Massa con un corto tras otro prometiendo solucionar los problemas, algunos creados por el mismo. El colmo de cinismo lo vimos esta semana, un corto donde Massa promete encarcelar los chorros, cuando estallan los medios con noticias descubriendo a los descarados ladrones de guante blanco de su gobierno. Entre tanto Alberto F. inexistente se dedica a viajar por el extranjero, quizás preparándose para futuras tareas en RREE.
Y CFK desaparecida en acción, solo se asoma para manipular decisiones del Senado para nombrar jueces afines por lo que puede venir en 2024.
Recordamos cuando en una de sus presidencias discurría por TV entonces el precio del tomate era 3 pesos el kilo. Hoy está como a 800 pesos el kg pero esto no merece ningún comentario de su parte. Solo aparece queriendo demostrar su nueva economía en la que el déficit fiscal no tiene nada que ver con la inflación.
El peronismo sigue incólume votándolos. Como decía Borges, los peronistas son INCORREGIBLES.
Si analizamos sus gobiernos uno tras otro, tras 1950 fueron un fracaso tras otro. Perón en los 50 dejó, cuando lo echaron, un IAPI en bancarrota, el sistema bancario que había sido puesto como apéndice manipulado por el BCRA, también estaba totalmente en rojo. Por este motivo el gobierno de la Libertadora tuvo que pedir un préstamo al Club de París. Todas las empresas estatizadas también fundidas y con exceso de ñoquis en sus nóminas. Todo lo que tocaron lo hicieron deficitario: trenes, teléfonos, electricidad, transporte urbano, etc, etc.
Seguimos con Perón en los 70 con el ministro comunista Gelbard, el mejor de la historia según CFK, con una serie de controles y despropósitos incubó el Rodrigazo que estalló tras la muerte del General.
Después vino Menem, según Milei el mejor presidente argentino!, con la convertibilidad tuvo un verdor gracias a los fondos que obtuvo por la venta de empresas. Ya el ministro Cavallo no sabía que más vender para pagar la cuenta de Menem que no paraba de aumentar los gastos. Siempre la teoría que el gobierno debe gastar para incentivar la economía. Un despropósito digno de Keynes, sin preocuparse por atraer inversiones, más bien espantándolas con controles absurdos.
Siguió el mercantilista N. Kirchner, discípulo de J. B: Colbert. el que sembró las semillas del desastre para que luego la socialista nacionalista CFK terminase de fundirnos. Tras el interregno de torpe M Macri llegamos al desastre actual.
Milei podrá tener razón en algunas cosas, pero sus soluciones son muy riesgosas. El tema del fondo internacional para solucionar el problema de las lelic parece una timba adonde van a dilapidar los pocos valores que tiene el Estado, por ej los siempre sacrificados Fondos de Garantía de los jubilados.
Además, eso de hacerse siempre la víctima de supuestas conspiraciones, algunas pueden ser verosímiles, pero ya cansa.
Si está dispuesto a calumniar o insultar gratuitamente por ganar unos votos que podemos esperar si llega al gobierno. No deja de recordarme a nuestro Juan Manuel de Rosas. Mutatis mutandis.
Que nos queda? Lo menos malo. Por ej Bullrich con su Melconian, el agente de las patronales unidas. Alguien cree que trabajando para Techint o Dehesa va a tocar a los capitalistas prebendarios?
Dios se apiade de los Argentos. Ni un Papa tienen a quien acudir!
