2 meses y no cambió nada

Se tomó el avión y lanzó una andanada de tuits, le echa a culpa a la policía de los disturbios, Ella, como siempre impoluta. La terrible desorganización y ley de la selva que crearon nada que ver. Cuando se bajaba del auto presidencial para evitar que la policía alejase a los que rompían las filas para acercarse daba un modelo de no intervenir, porque eso para ellos, los progresetentistas, cualquier orden es represivo. Así sancionan al policía que actúa y logran que nadie actúe ni de la orden de hacerlo.

El muerto armó una banda desde Santa Cruz y lo trajeron varios descerebrados, empezando por el bañero, para darle pie a que repitiese el robo en todo el país, esta vez a gran escala. Eso fue el Frente para la Rapiña, una gran banda de saqueadores y vividores disfrazados de defensores de derechos humanos. Ella heredó la fortuna y hará de todo por la impunidad, para irse a su lugar en el mundo a disfrutar los miles de millones de verdes que amasó el harpagón mayor.

Para todo esto ella emuló al Caballero de la Triste Figura y se disfrazó de noble viuda del guerrero, intoxicada con los sueños libertadores de Jorge Abelardo, pero sin la visión de este, y se atosigó con todo aquel discurso mezcla de marxismo y populismo con un perfume keynesiano. Se lanzó a gastar desenfrenadamente para cuadruplicar la impronta del marido y rodeada de repetidores sueña que así aumenta la riqueza popular.

Pero realmente cada día son más los sin techo, los empobrecidos, los sin trabajo o con trabajos basura, y mientras hacen legión y el INDEK los barre bajo la alfombra con cínicas estadísticas falsificadas, los lazos sociales se rompen y cada uno quiere desquitarse o defenderse como puede.

Eso fueron los saqueos, la sociedad rota por una economía desquiciada, donde reina el mal ejemplo de los vividores y ladrones oficiales, que, además, sembraron el odio de todos contra todos. Mientras tanto, Ella armó una fiestita en Plaza de Mayo para festejar, con toda la clientela los 10 años de viva la Pepa. Lo disfrazó de recordación por 30 años de democracia, pero en el discurso se vio que era un gigantesco auto-elogio kirchnerista del gobierno que proclama haber sido el más demócrata desde 1810, el más exitoso (como la abogada que le tocó conducirlo).

Con todos los artistas siempre listos para la farra y 1300 langostas invitadas oficiales, no lograron juntar más de 20 mil curiosos o activistas en la Plaza. Esta semana Lanús para un partido de futbol juntó 40 mil, esto muestra que están acabados. Se les acaba la plata y se va en helicóptero a algún bunker.  Ahora no tiene ni los gremialistas ni a los intendentes del conurbano que le acerquen gente a la Plaza. Cada día más sola, más huraña y más desquiciada. Despistada y psicótica, rodeada de conspiraciones imaginarias y estallando en bronca por cualquier cosa, pero siempre negando toda responsabilidad. Puso un espantapájaros para recibir los bofetones pero no puede con su genio y de a poco vuelve a estallar y gritar órdenes.

Y así fue como se mandó un bailecito, como otros tantos, hasta en Angola se mandó una danza en tierras del dictador dos Santos. Y bailaba y tocaba el parche mientras en Tucumán la clase media baja hacía barricadas y se atrincheraba y armaba para no ser saqueada. Quiénes son los muertos, preguntó la empleada preferida de CFK en la fiesta, son 12 ya que se cargaron los K con su fiesta para pocos. Hoy farreamos, mañana hacemos un corral de los depósitos y nos confiscamos otra caja. Cinco dólares por uno, no va a quedar ninguno, dicen los pibes de la liberación verde.

Ya lo previmos alguna vez, la conmoción del año 13. En realidad, es un proceso de deterioro continuo que termina mal. Mal para el pueblo que la soporta, incluso para los 54 incautos que la votaron alguna vez.

Da bronca tener que volver siempre sobre esto. Esperemos que en dos años o antes estemos en mejor camino.