Un singular y soberbio discurso de la Sra. Presidente Cristina Fernández (7a parte)

Continuamos ahora con el análisis del extraordinario discurso de la presidente Cristina Fernández, pronunciado el 9 de febrero de 2011 en el Mercado concentrador de Buenos Aires.

En nuestra entrega anterior, del día  29 de junio  de 2011 analizamos las condiciones que limitan y casi niegan la propuesta de diálogo que la Sra. Presidente avanzó en dicho discurso. Ahora veremos cómo el discurso del la Presidente continuamente (y no solo en el del Mercado Concentrador) exalta la obra de gobierno de su familia como algo fuera de serie,  un caso único en la historia de los 200 años del país.

H) La singularidad del gobierno K según el discurso (OMG)

… la Asignación Universal por Hijo, las políticas salariales, de convenios colectivos de trabajo- que ha determinado un consumo como nunca se vio en la Argentina.

…hemos logrado mejorar la calidad de vida que los argentinos tenían al año 2003 sustancialmente como nunca se hizo en décadas en la República Argentina.

…y la verdad que lo reconocían los propios productores, y yo lo dije varias veces, me ponía contenta de que pudieran obtener un precio de la carne como nunca tuvieron en toda la historia de la Argentina.

…somos también el gobierno que más ha desendeudado a la Argentina desde Bernardino Rivadavia para acá.

…nosotros desendeudamos al país como nadie habiendo recibido un país defaulteado y la mayor deuda soberana defaulteada de todo el mundo,  en ese marco somos los que más desendeudamos.

Fuimos los que más reservas acumulamos en el Banco Central

…merced a una infraestructura como nunca se vio.

1) La Sra. presidente afirma en este discurso, y en casi todo discurso que pronuncia, que su familia ha hecho obras, logrado conquistas sociales, científicas, económicas, etc, como ningún gobierno argentino anterior. Algunos logros alcanzan talla universal, como el llamado desendeudamiento.

A este síndrome de la singularidad, lo hemos designado por la sigla OMG, que nos recuerda aquella expresión que se escuchaba hace unos cuantos años: “O Mais Grande do mundo”.

Se trata quizás de una muletilla de campaña, destinada a impresionar a los oyentes desprevenidos subrayando la extraordinario del gobierno kirchnerista que ha superado tantos y tantos gobiernos anteriores. A lo sumo, emula lo realizado por los héroes de Mayo de 1810, de los cuales se declara heredero, sin escalas intermedias (a veces con una sobria alusión a algún gobierno de Perón, en forma velada, como para no herir sensibilidades de ninguna de las parcialidades referidas).

También muestra una auto exaltación que satisface el narcisismo de la Presidenta, incrementada por los generosos aplausos que acompañan la mayoría de estos llamados a la singularidad del kirchnerismo.

No discutiremos los enunciados anteriores, algunos de los cuales ya han sido analizados anteriormente. Solamente quisimos llamar la atención sobre un gesto muy notable y también notorio del discurso de nuestra Presidenta.

PAUSA

Continuaremos con el análisis detallado de este discurso extraordinario para entender los recovecos del gobierno de la familia Kirchner, sus dichos y sus consecuencias.

Hasta otro día.

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